Frase de Hans Magnus Enzensberger

La causa justa, toda causa justa, se convierte en injusta en el momento en que la llevamos hata sus últimas consecuencias.... - Hans Magnus Enzensberger

La causa justa, toda causa justa, se convierte en injusta en el momento en que la llevamos hata sus últimas consecuencias.

Hans Magnus Enzensberger

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Explorar Frases

Nos dan mala espina los frikis disfrazados de payaso.

Ben Affleck

Las tiendas de flores no tienen nunca cierres metálicos. A nadie se le ocurre robar flores.

Boris Vian

Dios susurra y habla a la conciencia a través del placer pero le grita mediante el dolor: el dolor es su megáfono para despertar a un mundo adormecido.

C. S. Lewis

Si no hay nadie en el mundo a quien le importes, ¿realmente existes?

Cassandra Clare

Un autor primero se enamora de lo que escribe y luego piensa en el actor que puede ser el mediador entre sus ideas y el público.

Ettore Scola

El hombre odia a quien le hace sentir su propia inferioridad.

Felipe Stanhope de Chesterfield

Todo hombre de más de cuarenta años es un pillo.

George Bernard Shaw

En la vida hay muchas cosas más importantes que el dinero, pero todas cuestan mucho dinero.

Léon Daudet

Los buenos pintores son como los buenos cocineros; puede ser probado, pero no ser explicado.

Maurice de Vlaminck

Un gran cementerio dorado. Es un inmenso jardín completamente abandonado. Tan abandonado como la naturaleza lo estaba antes de que el primer hombre apareciera en ella.

Pascal Quignard

El mercado quiere expertos y asume que un profesional no puede ser un experto en muchos campos.

Raimon Samsó

No aceptes nunca como compañero de viaje a quien no conozcas como a tus manos.

Rómulo Gallegos

¿Qué es para ti, luchar? ¿Gritar, sangrar? Yo no me esfuerzo así. Me esfuerzo para que no te vayas. Es mi manera de luchar. ¿Por qué quieres que sea como tú quieres? Cuando viniste conmigo por lo que soy. ¿Por qué no aceptas lo que tienes?

Vincent Cassel

Levantar por cien veces, topográficamente, la ciudad desde sus pasajes y sus puertas, cementerios, burdeles, estaciones..., tal como antes se hizo desde sus iglesias y mercados. Las ocultas figuras de la ciudad hechas de asesinatos, rebeliones, sangrientos nudos en la red de calles, y los nidos de amor, y los incendios...

Walter Benjamin

Naturaleza presta y no regala, y, generosa, presta al generoso.

William Shakespeare