Frase de Victor Schoelcher

Digámonos y digamos a nuestros hijos que mientras quede un esclavo en la superficie de la Tierra, la servidumbre de ese hombre ser... - Victor Schoelcher

Digámonos y digamos a nuestros hijos que mientras quede un esclavo en la superficie de la Tierra, la servidumbre de ese hombre será una permanente injuria hecha a toda la raza humana.

Victor Schoelcher

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¡Qué religión la nuestra, que venera al que se va con la recompensa de la eternidad, abandonando al que pervive en la penumbra!

Andrés Alonso Castillo

Aunque extravíes tu mente y tus recuerdos retornarás a ti, no tendrás otro destino.

Dora Isabel Berdugo

Tienes que elegir bien las batallas que vas a librar.

E. L. James

No siempre nos movemos atraídos por la luz: a veces es la sombra la que nos empuja.

Fernando Savater

Una onza de acción es el valor de una tonelada de teoría.

Friedrich Engels

El pensamiento del maestro Fernando González nunca ha perdido actualidad, pero una sorda fatalidad histórica lo ha tenido confinado en un oscuro anonimato, en el que su semilla no muere pero tampoco ha fructificado con la fecundidad que merece. Ya es hora de que el país descubra a su descubridor.

Gonzalo Arango

Es por la lógica que demostramos pero por la intuición que descubrimos.

Henri Poincaré

Los sistemas de lenguaje humano son representaciones derivadas de un modelo más completo: la suma total de las experiencias que un ser humano ha tenido en su vida.

John Grinder

También soy muchas veces un idiota, y algunas veces un idiota genial.

Jorge Bucay

Adiós, mi querida mamá, te quiero y te abrazo de todo corazón y espero verte pronto completamente sana. Ruego a Dios. Tu hijo, que te quiere cariñosamente.

Julio Verne

El que es sabio, sólo es sabio porque ama. El que es loco, sólo es loco porque piensa que puede entender el amor.

Paulo Coelho

Nuestra Patria no puede albergar a unos lobos políticos que han saqueado el país.

Ryszard Kapuściński

Sentía una enorme y poética admiración, aunque apenas los entendía, por todos los artefactos mecánicos. Eran para él símbolos de belleza y verdad. Sobre cada intrincado mecanismo -tornos de metal, carburadores, ametralladoras, soldadores de oxiacetileno- aprendía una frase que sonaba bien, y la usaba sin cesar, con la deliciosa sensación de ser un técnico, un iniciado.

Sinclair Lewis

Probablemente el último sonido antes de que el Universo se repliegue sobre sí mismo, será alguien diciendo: ¿Qué ocurre si aprieto esto?.

Terry Pratchett

La orquídea de noche esconde en su perfume el blanco de su flor.

Yosa Buson