Frases de Deepak Chopra

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El adicto busca en los lugares equivocados, pero va detrás de algo muy importante, y no podemos permitirnos ignorar el significado de esa búsqueda.

Una vez que experimentes quién eres en realidad, todo sufrimiento desaparecerá.

Cuando buscamos dinero, o una buena relación, o un excelente trabajo, lo que en realidad buscamos es la felicidad, y cometemos el error de no ir, en primer lugar, en busca de la felicidad. Si lo hiciéramos, todo lo demás vendría por añadidura.

Puede que la religión organizada se haya desacreditado, pero la espiritualidad no ha recibido una derrota semejante.

No hay fórmulas mágicas para curar la mente humana cuando no quiere ser curada.

Si nunca nos damos la oportunidad de experimentar el silencio, esto crea una turbulencia en nuestro diálogo interno.

La expectativa determina el resultado.

Para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. Esto no significa que renunciemos a la intención de cumplir nuestro deseo. No renunciamos a la intención ni al deseo; renunciamos al interés por el resultado.

Cada vez que tomas una actitud con respecto al tiempo, en realidad expresas algo sobre ti mismo. El tiempo, en un sentido subjetivo, es un espejo.

Nuestras vidas están llenas de contrastes, y somos adictos a sus subidas y bajadas.

En la incertidumbre encontraremos la libertad para crear cualquier cosa que deseemos.

Es de vital importancia ver el mundo inocentemente, porque es la única forma como adquiere vida.

El perdón a los demás sólo viene cuando puedes liberarte de tu propio sufrimiento.

Cada acción genera una fuerza de energía que regresa a nosotros de la misma manera lo que sembramos es lo que cosechamos.

El hábito del miedo se ha hundido tan profundamente que el cuerpo recuerda cumplir con él, aunque la mente se resista con todas sus fuerzas.

Estás donde te transporta tu atención. Si tu atención está fragmentada, también lo estás tú. Cuando fijas tu atención en el pasado, estás en el pasado.

Dios es nuestro más elevado instinto de conocernos a nosotros mismos.

Somos las únicas criaturas de la Tierra que pueden cambiar su biología por lo que piensan y sienten.

Las religionesorientales no evitaron una historia de brutalidad bélica en Asia, ni las religionesoccidentales pacificaron Europa.

Todo eso que tenemos delante y detrás de nosotros es poca cosa comparado con lo que vive en nuestro interior.

No tienes que tener una idea exacta y rígida de qué es lo que vas a hacer la semana próxima o el año próximo, pues si tienes una idea muy clara de lo que va a suceder y te apegas a ello, entonces cierras toda la gama de posibilidades.

Al juzgar a otros reflejas tu falta de autoaceptación.

Una de las características únicas del cerebro humano es que solo puede hacer aquello que cree que es capaz de hacer.

La vida y la muerte se funden en una sola cosa y no hay evolución ni eternidad: sólo Ser.

Si mi intención es vivir en armonía con mi ambiente, la mejor indicación de éxito es la sensación de comodidad de mi cuerpo.

La esperanza no es otra cosa que una señal de desesperación. Cuando decimos, tengo la esperanza, damos a entender que nos sentimos desesperados.

Toda relación es una relación de dar y recibir. El dar engendra el recibir, y el recibir engendra el dar.

Cuando mente, cuerpo y espíritu están en armonía, la consecuencia natural es la felicidad.

La creación sin conciencia se parece a la fábula de la habitación llena de monos que presionan al azar las teclas de una máquina de escribir hasta que terminan, millones de años después, escribiendo las obras completas de Shakespeare.

Responsabilidad significa no culpar a nada ni a nadie por tu situación, incluyéndote a ti mismo.

La forma en que superamos los problemas marca la diferencia entre la promesa de éxito y el fantasma del fracaso.

No conozco otro templo tan lleno de dicha como mi propio cuerpo.

Todo aquello en lo cual ponemos nuestra atención adquiere mayor fuerza en nuestra vida. Cuando experimentamos dolor, tratamos de evitarlo o de escapar de él. Pero mientras más tratamos de hacerlo, más ponemos nuestra atención en la idea del dolor.

Se preguntó si todas las personas, incluidos los locos, no eran más que un fragmento de alma en busca de amor.

La intención es el verdadero poder detrás del deseo.

Por cada cosa que hacemos o decimos, o incluso que pensamos, se codifica en nuestras células una tríada de acción-recuerdo-deseo, y este código es imposible de borrar.

En todo fracaso se oculta la semilla de un éxito.

La vida es conciencia, la conciencia es vida.

Lo que no se multiplica a través del dar, ni vale la pena darse, ni vale la pena recibirse.

Cuando coma con conciencia, notará cómo cada bocado nutre su cuerpo, su mente y su alma.

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