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Proponerse ser bueno es serlo ya.
Edme-Pierre Beauchêne
Las personas felices tienen un defecto del que jamás se corrigen: es el de creer que los desgraciados lo son siempre por su propia culpa.
La timidez se compone del deseo de agradar y del temor de no conseguirlo.
Quienes opinan que el dinero todo lo puede, sin duda están dispuestos a todo por el dinero.
Si reprocháis al amigo sus defectos o sus vicios, corréis el riesgo de pelearos con él; si le hacéis presente su ridiculez, podéis tener la seguridad de que no lo perdonará jamás.
Cuanto más hablamos de nuestros propios méritos, menos crédito éstos alcanzan.
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