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La poesía ocurre como un accidente, un atropello, un enamoramiento, un crimen; ocurre diariamente, a solas, cuando el corazón del hombre se pone a pensar en la vida.
Jaime Sabines
El poeta es el escribano a sueldo de la vida.
Voy a seguir tus pasos hacia arriba, de tus pies a tu muslo y tu costado.
El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable.
Creo que la poesía está más allá de la forma de un texto. Una obra de William Shakespeare o una novela de Fiodor Dostoievski me conmueven tanto como el mejor poema.
¿Qué son las palabras desprendidas de la vida? Naipes, juegos solitarios, pasatiempos mortales.
¡Qué rápido contacto el de tus ojos con mi mirada!
Morir es olvidar, ser olvidado, refugiarse desnudo en el discreto calor de Dios, y en su cerrado puño crecer igual que un feto.
Te sobrevive todo. Todo existe a pesar de tu muerte y de mi flato.
-¿Qué es el canto de los pájaros, Adán? -Son los pájaros mismos que se hacen aire. Cantar es derramarse en gotas de aire, en hilos de aire, temblar.
Mansamente, insoportablemente, me dueles. Toma mi cabeza. Córtame el cuello. Nada queda de mí después de este amor.
Fue un fracaso total; la mayor tragedia de mi vida. Desde el primer día me di cuenta de que yo no iba a ser médico.
La poesía es un acontecimiento humano y la puedes encontrar en cualquier parte, a cualquier hora, sorpresivamente.
El amor une cuerpos.
Yo aquí, escribiéndote. Tú allá, borrándote.
Dame ahora tu boca: me la quiero comer con tu sonrisa.
¿Es que somos distintos? ¿No te hicieron, pues, de mi costado, no me dueles?
El amor es una memoria educada. (o un olvido insistente)
Dejas de ver mujer cuatro días porque te gusta desear, te gusta quemarte y revivirte, te gusta pasarles la lengua de tus ojos a todas.
El poema es el momento en que se capta con la sangre el pensamiento de la vida.
Los árboles esperan: tu no esperes, éste es el tiempo de vivir, el único.
¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras me dirás que te amo? Esto es urgente porque la eternidad se nos acaba...
Después de todo, pero después de todo, sólo se trata de acostarse juntos, se trata de la carne, de los cuerpos desnudos, lámpara de la muerte en el mundo.
No pongas el amor en mis manos como un pájaro muerto.
Ya estoy acostumbrándome a los críticos: el uno elogia precisamente lo que al otro le pareció mal. No queda otro recurso que la propia crítica, el estudio y el trabajo. En este sentido estoy haciéndome, y sé que me falta mucho. Quiero ser un poeta, no un juglar.
Tú eres como mi casa, eres como mi muerte, amor mío.
Siempre busqué libertad para escribir, me alejé de la burocracia, del periodismo, de todo lo que me podía perjudicar: mi experiencia de hacer una vida literaria es bastante desagradable.
Entonces comprendí que no se debe vivir a lo poeta, sino a lo hombre.
Un pedazo de luna en el bolsillo es mejor amuleto que la pata de conejo.
Te has muerto y me has matado un poco. Porque no estás, ya no estaremos nunca completos, en un sitio, de algún modo.
Te quiero, amor, amor absurdamente, tontamente, perdido, iluminado, soñando rosas e inventando estrellas y diciéndote adiós yendo a tu lado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo, lo digo incansablemente, y estoy seguro que habrá de amanecer.
Tienes el alma como la piel de los viejos.
Morir es retirarse, hacerse a un lado, ocultarse un momento, estarse quieto, pasar el aire de una orilla a nada y estar en todas partes en secreto.
Cuando escribo, lo único que sé es que sufro de dolor, de esperanza, de alegría; sé que estoy sufriendo y que necesito decirlo.
Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos.
Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
He aquí que todo viene, todo pasa, todo, todo se acaba.
Aquí no pasa nada; mejor dicho, pasan tantas cosas juntas al mismo tiempo que es mejor decir que no pasa nada.
Cada vez que me siento crecer en comprensión y en humildad, me siento crecer en la poesía.