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La perfección es obsesiva. Y eso es un defecto.
Roberto Fontanarrosa
Si dices que lo tienes en un puño... muy pequeño ha de ser tu enemigo.
La Eulogia es, lejos, la mejor prienda que conocí en mi vida. Bien lejos... 20, 30 kilómetros. De cerca es así, jodida...
El negro no es un color. Es la ausencia de color. Y de cerebro.
No basta la buena voluntad si intentas apagar el fuego con gasolina.
La historia me juzgará. Pero tengo el mejor de los abogados: el olvido.
Si tu mejor amigo te incrusta un puñal en la espalda... Desconfía de su amistad.
A mí no me va eso del nirvana o los jardines con minas tocando la flauta. A los dos días ya te querés cortar las pelotas. Al Cielo le pondría canchitas y un par de bares, porque en el bar estás en tu casa y a la vez estás balconeando la calle.
Aun viéndote sucia y borracha, me arrodillo para nombrarte: ¡Madre!
Si tropiezas dos veces con la misma piedra. ¡sácala de allí!
La mala palabra no nació así. La sociedad la hizo mala.
El hombre probo y pío es mitad santo y mitad pollito.
No hay completa belleza. El tigre es hermoso, pero su orín es pestilente.
No encuentra brevedad en el aforismo el tartamudo.
El optimista ve la copa medio llena. El pesimista la ve medio vacía. El borracho la ve triple.
Judas no quiso traicionar, debía irse temprano.
El pájaro es libre. Lo sería aún más de ser soltero.
Una cosa es ser célebre. Y otra es ser trístemente célebre.
Con la verdad no ofendo ni temo. Con la mentira zafo y sobrevivo.
Amigos son los huevos, que están en el mismo nido y nunca se regañan.
Te siento cuando te toco y, cuando no te toco, también te siento. ¿Que tienes en la piel?
El árbol se ríe del hacha. Así le va.
La rosa tiene espinas, pero. ¿Tiene pétalos el atún?
Reprochas al sordo que no te escucha. ¡Grítale más fuerte!
No vale más el singular topacio que el vulgar cascote. Pero si me dais a elegir... dadme el topacio.
El humor no debe ser risa. Sí, sonrisa. Y, de ser posible, llanto amargo.
El necio no sabrá apreciar ni el sabor de una flor ni el olor de una fruta.
Si le estrechas la mano a un ladrón, cuéntate los dedos.
A veces la picardía crioya es sólo desesperación.
El único musical que me gustó fue Apocalipsis Now. Insisto en que le sobraba música.
Muy distinto es no decir lo que se piensa que no pensar lo que se dice.
Eso de hasta que la muerte los separe es una incitación al asesinato.
Busco espíritus sensibles. Intermediarios abstenerse.
¡Desdichado el mendigo que no conoce el placer de dar!
El único sentido que me queda es el sentido pésame.
Aquel que ha tocado el cielo con las manos. ¿Cuánto medía?
Alegra ver caer las gotas de lluvia. Pero ellas se destrozan contra el suelo.
Acepto que la Eulogia es fulera, pero es de las que demuestran la beyeza por el absurdo.
Supe perdonar a la mujer adúltera. Mi piedra no le acertó.
No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro.