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Es mejor dejar algunas marcas en el armario, cuando etiquetamos a la gente: novia, novio, esposa, esposo, casado, soltero, olvidamos ver a la persona más allá de la etiqueta.
Sarah Jessica Parker
Aquello no era lógico, era amor.
Siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestros.
Yo, comencé a pensar en el matrimonio, detrás del velo, como una tradición que escoges. Pero que puedes decorar a tu manera. Porque, aunque el cine en blanco y negro es lindo, cuando se trata de relaciones hay toda una gama de colores y opciones que explorar. Y es lo que yo hago.
Año tras año, mujeres de veintitantos años vienen a Nueva York en busca de las dos M: moda y matrimonio.
Y aunque el tiempo nos ha movido, yo seguía estando exactamente donde estaba. Enamorada.
Yo sé que es tradicional en la cena del ensayo, que la dama de honor revele cosas embarazosas de la novia. Pero en nuestro grupo nunca revelamos cosas.
Éramos felices antes de decidir lo de: felices para siempre.
Todo se trata del escritorio. Si hallo el escritorio lograré escribir. Y más vale que escriba, porque estoy usando el adelanto de mi libro para pagar el decorador.
Aunque es raro. No he llorado mucho. Quizá, tenemos un número de lágrimas por hombre y yo ya usé las mías.
Cenicienta y el príncipe vivieron felices para siempre. Sabes que solo es un cuento de hadas ¿verdad?. Las cosas no siempre pasan así en la vida real. Necesitas saber eso ahora.
Y ahí, en la misma ciudad donde se conocieron siendo jovencitas, cuatro mujeres de Nueva York, entraron en la siguiente fase de su vida. Ataviadas de amor de pies a cabeza. Y esa es la única marca que jamás pasa de moda.
Me gusta mi dinero donde pueda verlo... colgando en mi armario.