Frase de Agustín de Hipona

← Anterior Siguiente →
Este cuerpo, por los cinco mensajeros que llamamos sentidos, no percibe sino cosas corporales; pero las inteligibles y espirituale... - Agustín de Hipona

Este cuerpo, por los cinco mensajeros que llamamos sentidos, no percibe sino cosas corporales; pero las inteligibles y espirituales se perciben con la mente.

Agustín de Hipona

Todas las frases de Agustín de Hipona →

Explorar Frases

Si cada momento que pienso en ti ganara un segundo de mi vida, no moriría nunca, porque pienso en ti noche y día.

Anónimo

Por naturaleza, los hombres son muy parecidos entre sí. Son el saber y la experiencia lo que los diferencia.

Confucio

¿Quién sabe si morir no será vivir y lo que los mortales llaman vida será la muerte?

Eurípides

Así como nuestro cuerpo es mortal, las iras no deben ser inmortales. Así hablan los sabios.

Eurípides

La fidelidad es tener fe, ser fiel a alguien, pero en un sentido más amplio: tener fidelidad a su afecto, a sus gustos, hacer las cosas por cariño, por interés de verla vivir mejor, pero no exclusivamente en el terreno sexual.

Fernando Savater

Cuando nos transformamos radicalmente, nuestros amigos, los que no se han transformado, se convierten en los fantasmas de nuestro propio pasado; su voz resuena en nuestros oídos como si viniera de la región de las sombras, como si nos oyésemos a nosotros mismos, más jóvenes, pero más duros y menos maduros.

Friedrich Nietzsche

La Europa real, efectiva, es la del capitalismo industrial de origen luterano.

Gustavo Bueno

Mediocre alumno el que no sobrepase a su maestro.

Leonardo da Vinci

Vivir es más cuestión de lo que uno gasta que de lo que uno hace.

Marcel Duchamp

Chamán era consciente de que habían muerto más indios a causa de las enfermedades de los blancos que de las balas.

Noah Gordon

La luz del sol ciñe a la tierra y la luna besa los mares: ¿para qué esta dulce tarea si luego tú ya no me besas?

Percy Bysshe Shelley

El árbol más fuerte y frondoso vive de lo que tiene debajo.

Proverbio Chino

¿Cómo le digo a mis manos que no hablen y a mis silencios que no intenten tocarte? Ando de puntillas.

Roque Valero

Mi sangre son las carreras, empujando al límite, viviendo en el filo.

Takuma Sato

Vivimos en la mentira y, si sabes que te mienten, debes vivir instalado en la sospecha.

Umberto Eco