Frase de Alan Alexander Milne

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Si vives hasta los cien años, quiero vivir hasta los cien años menos un día, para nunca tener que vivir sin ti.... - Alan Alexander Milne

Si vives hasta los cien años, quiero vivir hasta los cien años menos un día, para nunca tener que vivir sin ti.

Alan Alexander Milne

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Explorar Frases

Soy un artista no una niñera.

Adam Lambert

No se puede negar que el gobierno de una mayoría puede ser casi tan hostil a la libertad como el gobierno de una minoría.

Bertrand Russell

Colmado de felicidad o de sufrimientos, el corazón tiene necesidad de un segundo corazón. Alegría compartida es doble alegría; dolor compartido es medio dolor.

Christoph August Tiedge

¿No será preferible crear ingratos que dejar de hacer el bien?

Denis Diderot

Un hombre de Estado divide a los seres humanos en dos especies, primero instrumentos, segundo enemigos. Propiamente no hay para él, por tanto, más que una especie de seres humanos: enemigos.

Friedrich Nietzsche

¿Qué sería de una nación que en vez de geómetras, astrónomos, arquitectos y mineralogistas, no tuviesen sino teólogos y jurisconsultos?.

Gaspar Melchor de Jovellanos

No hace falta defender siempre la misma opinión porque nadie puede impedir volverse más sabio.

Konrad Adenauer

El principal beneficio que me ha permitido el dinero a sido para pagar mi psicoanálisis.

Marlon Brando

El hombre orgulloso rara vez es una persona agradecida porque nunca cree que ha recibido tanto como merece.

Max Lucado

El único vínculo entre literatura y drama que nos queda en Inglaterra es la factura del teatro.

Oscar Wilde

Los hombres que se aprovechan de una mujer cuando esta no está en pleno uso de sus facultades tienen nombres, y ninguno de esos nombres se me podrá aplicar jamás a mí.

Patrick Rothfuss

No por mucho madrugar, cuchillo de palo.

Roberto Gómez Bolaños

Si tu plan no contiene una estrategia de retirada o posterior al ataque, sino que confías exclusivamente en la fuerza de tus soldados, y tomas a la ligera a tus adversarios sin valorar su condición, con toda seguridad caerás prisionero.

Sun Tzu

Alza las manos ante la débil llama que arde en un extremo de un tronco carbonizado. Su piel está tan pálida que parece traslúcida y puedo ver el fuego brillar a través de ella.

Suzanne Collins

No ensucies la fuente donde has apagado tu sed.

William Shakespeare