Frase de Andrea Calogero Camilleri

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Los periodistas como Ragonese sólo escuhan una versión, la de sus amos, porque tienen el alma de siervos.... - Andrea Calogero Camilleri

Los periodistas como Ragonese sólo escuhan una versión, la de sus amos, porque tienen el alma de siervos.

Andrea Calogero Camilleri

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Esta mujer será mi esposa algún día.

Aristóteles Onassis

Las distinciones raciales no deben tener cabida en el deporte.

Barón Pierre de Coubertin

Había una gran tumba, más señorial que todas las demás, enorme y de nobles proporciones. Sobre ella había escrita una sola palabra: Drácula.

Bram Stoker

Tan malo es pasar de la medida como no alcanzarla.

Confucio

La ficción es lo característico de la actividad humana. Somos animales simbólicos que hemos inventado un mundo de símbolos.

Enrique Anderson Imbert

Una buena acción es una lección insolente para los que no tienen el valor de ejecutarla.

François-René de Chateaubriand

Siempre Quise Ser Como Cyndi Lauper.

Lady Gaga

Nos llamaban los 'seven up' porque éramos sólo siete universitarios peronistas.

Luis Juez

La verdad, había en ella algo que era imposible no admirar, por esas razones que nos llevan a apreciar las obras bien hechas, aunque sean perversas.

Mario Vargas Llosa

Y la vida es eterna, aunque yo no lo diga. Y la vida es lo que soy, en el llanto o el gozo. Y la vida es cualquiera instante que se siga.

Martín Adán

Los males que no tienen fuerza para acabar la vida, no la han de tener para acabar la paciencia.

Miguel de Cervantes

A nadie cuesta más que a aquel que mucho desea.

Santiago Ramón y Cajal

Y ven el cielo y les vuelve a dar sueño y vuelven a bajar dormidos, y vuelven a tocar el fondo del mar y se despiertan y vuelen a subir. Así son nuestros sueños, como delfines.

Silvina Ocampo

Entonces uno podía flotar y deslizarse a alta velocidad, totalmente comprometido pero también totalmente separado, y alrededor de uno, la danza de los negocios, la información interactuando, los datos hechos carne en el laberinto del mercado negro...

William Gibson

No hay quien sea enteramente inaccesible a la adulación, porque el hombre mismo que manifestase aborrecerla, en alabándole de esto, es adulado con placer suyo.

William Shakespeare