El español es históricamente un hijo de puta.
Arturo Pérez-Reverte
Porque estoy muy jodido, Anastasia. Tengo muchas más sombras que luces. Cincuenta sombras más.
E. L. James
No comprimas con mucha fuerza y vigor la mano de un niño tierno.
Focílides
Amigo mío, todas las teorías son grises; solamente está lozano el árbol dorado de la vida.
Goethe
La mejor lección es la que nos enseña a dominarnos.
Lo mejor de la vida son las ilusiones de la vida.
Honoré de Balzac
Harry Potter y la piedra filosofal.
J. K. Rowling
Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá escaseces de alimento y terremotos en un lugar tras otro. Todas estas cosas son principio de dolores de angustia.
Jesús de Nazaret
Yoko realmente me despertó de mismo. Ella no se enamoró de un Beatle, no se enamoró de mi fama. Ella se enamoró de mí por mí mismo, y por eso sacó lo mejor de mí. Ella era el último viaje.
John Lennon
Cierta aristocracia, educada desde la infancia para considerar su nombre como una ventaja interior que nada puede quitarle, sabe que puede evitarse -pues nada le añadirían- los esfuerzos que sin resultado posterior apreciable hacen tantos burgueses por profesar sólo opiniones bien consideradas y frecuentar sólo a personas bienpensantes.
Marcel Proust
Hablaba con complicidad, con cercanía, como si me conociera: como si su alma y la mía llevaran esperándose desde el principio de los tiempos.
María Dueñas
La riqueza no consiste en la posesión de los tesoros y sí en el uso que se debe hacer de ella.
Marlene Dietrich
El progreso consiste en el cambio.
Miguel de Unamuno
No puedes tocar nada en una trompeta que Louis no haya tocado.
Miles Davis
¡Ay mísero de mí! ¡Y ay infelice! Apurar, cielos, pretendo ya que me tratáis así, qué delito cometí contra vosotros naciendo; aunque si nací, ya entiendo qué delito he cometido. Bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor; pues el delito mayor del hombre es haber nacido.
Pedro Calderón de la Barca
Uno de los modos más importantes de poner de manifiesto la integridad consiste en ser leales con quienes no están presentes. De esa manera construimos la confianza de los que sí lo están. Cuando uno defiende a quienes están ausentes, retiene la confianza de los presentes.
Stephen Covey