Frase de Camilo Torres Tenorio

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La razón y las costumbres son en un pueblo libre lo que las cadenas y los calabozos son en un pueblo esclavo.... - Camilo Torres Tenorio

La razón y las costumbres son en un pueblo libre lo que las cadenas y los calabozos son en un pueblo esclavo.

Camilo Torres Tenorio

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Explorar Frases

Nada tarda tanto como aquello que no se empieza.

Alain

Sólo se es feliz entregándose a la acción.

Aldous Huxley

Si a los cultos estuviera confiado dar el aliento a los idiomas, todavía estaríamos hablando en latín.

Alfonso Reyes Ochoa

Un electrón no es más (ni menos) hipotético que una estrella. Hoy en día, contamos los electrones de uno en uno con un contador Geiger, como contamos las estrellas de una en una en una placa fotográfica.

Arthur Stanley Eddington

El sueño del artista es llegar al museo, mientras que el sueño del designer es llegar a los mercados locales.

Bruno Munari

En Despedazado por mil partes primero pensamos en otros productores, uno de ellos Gustavo Santaolalla. Nunca habíamos trabajado con uno, así que le fuimos a preguntar a Ricardo Mollo. Nos contó lo disciplinado que era, de la cantidad de temas que te pedía...

Gustavo Nápoli

Hombres y mujeres existen en el mismo sitio y al mismo tiempo, pero en dimensiones diferentes.

Isabel Allende

En un país donde los escritores venden trescientos, cuatrocientos ejemplares, vos vendés cinco mil y sos Messi.

Jorge Asís

Un pueblo instruido serà siempre fuerte y libre.

José Martí

La oración es el cimiento del edificio espiritual. La oración es omnipotente.

Josemaría Escrivá de Balaguer

Dios castigará-dicen los orientales - al que ve y al que es visto. ¡Hermosa y terrible recomendación del pudor!

Joseph Joubert

Mi madre se pregunta si has estado con alguien sin circuncidar.

Kate McKinnon

Llegó la primavera un camino pequeño donde incluso el sonido del viento no puede ser oído.

Masajo Suzuki

Ser natural es una pose demasiado difícil.

Oscar Wilde

Aquella conversación me estaba interesando cada vez más. Yo era igual de depravado que los demás jóvenes de mi edad, y el carácter abyecto de mi propósito me importaba un ardite ahora que se habían despertado el amor propio y todas las pasiones que se mezclan en este tipo de romances.

Sheridan Le Fanu