La literatura narra un suceder imaginario que no se corresponde necesariamente con lo real, pero que constituye lo real.
Carlos Fuentes
Una pizca de arrogancia en los actores es un signo de su bienestar.
Adam LeFevre
La mente humana, al encontrarse frente a otra mente más potente que ella, tiene tendencia a olvidarse de sí misma.
Alejandro Jodorowsky
Nunca digas palabras que puedan comprometerte, como: ‘le debo un favor’ o ‘no sé cómo hacer para pagarle’, pues las palabras dichas a la persona inapropiada cobran fuerzas inusitadas.
Blanca Miosi
La niña es el ídolo de la madre y por ello la niña solo ha de pagar un discreto arancel: su vida.
Elfriede Jelinek
Amar a alguien es decirle: tú no morirás jamás.
Gabriel Marcel
Es casi imposible llevar la antorcha de la verdad a través de una multitud sin chamuscarle la barba a alguien.
Georg Christoph Lichtenberg
Querer nos abrasa y poder nos destruye; pero saber constituye a nuestro débil organismo en un perpetuo estado de calma.
Honoré de Balzac
Lo que los demás rechazan de ti, cultívalo. Eso eres tú.
Jean Cocteau
Si conociéramos toda la verdad, las películas de ciencia ficción serían cosa de niños.
Juan José Benítez
Una escena entre un hombre y una mujer tiene siempre tres versiones distintas: lo que dice el hombre, lo que dice la mujer y lo que realmente ocurrió.
Léon Daudet
La diferencia entre lo que hacemos y somos capaces de hacer, resolvería la mayoría de los problemas del mundo.
Mahatma Gandhi
Jamás hay que discutir con un superior, pues se corre el riesgo de tener razón.
Marco Aurelio Almazán
Si bien uno está contento de pertenecer a una red cultural, llega un momento en que se necesita más tiempo para la reflexión. De lo contrario, ésta es superficial, demasiado rápida, sin tiempo para asimilar, criticar, sopesar. Hace falta más tiempo para ensimismarse, para reflexionar en silencio y soledad.
Mario Bunge
La gente exige la libertad de expresión como una compensación por la libertad de pensamiento, que rara vez utilizan.
Søren Kierkegaard
El hombre sin espíritu musical y que no se conmueve con la armonía de dulces sonidos, es capaz de todas las traiciones, insidias y latrocinios.
William Shakespeare