Frase de Concepción Arenal

El hombre, sublime por sus aspiraciones y despreciable por sus instintos, es tal, que ni confiar ni desconfiar de él se debe nunca... - Concepción Arenal

El hombre, sublime por sus aspiraciones y despreciable por sus instintos, es tal, que ni confiar ni desconfiar de él se debe nunca absolutamente.

Concepción Arenal

Todas las frases de Concepción Arenal →

Explorar Frases