Frase de Constantino XI

← Anterior Siguiente →
Mis señores, mis hermanos, mis amigos. El último honor que se nos ofrece como cristianos está en nuestras manos.... - Constantino XI

Mis señores, mis hermanos, mis amigos. El último honor que se nos ofrece como cristianos está en nuestras manos.

Constantino XI

Todas las frases de Constantino XI →

Explorar Frases

Al día de hoy lo único que funciona en Cataluña es un club de fútbol.

Arcadi Espada

Condenadme, no importa, la Historia me absolverá.

Fidel Castro

Muchos mueren demasiado tarde y algunos prematuramente. No entra aún en los oídos la doctrina del morir a tiempo.

Friedrich Nietzsche

La acción es la mejor respuesta.

George Herbert

Una especie de rigidez monacal destacaba la expresión de su semblante. Nada triste o tierno ablandaba aquella mirada pálida. En el trato con los animales, había adquirido su mutismo y su placidez.

Gustave Flaubert

La tradición incapacita y entorpece la mente de manera inevitable.

Jiddu Krishnamurti

Ha de ser limpia la casa, y la conducta.

José Martí

La arquitectura es el magistral, correcto y magnífico juego de masas reunidos en la luz. Nuestros ojos están hechos para ver las formas en la luz, la luz y la sombra revelan estas formas, cubos, conos, esferas, cilindros o pirámides son las grandes formas primarias que la luz revela.

Le Corbusier

La imagen es algo que debemos cuidar porque es lo primero que se ve de nosotros.

Letizia Ortiz

La gente desea aprender a nadar y al mismo tiempo mantener un pie en tierra.

Marcel Proust

Si metes a dos personas con dos diferentes series de expectativas bajo el mismo techo, no esperes poderdisfrutar cada año de un felizdía de Pascua.

Nicholas Sparks

Un filósofo es un hombre que por falta de una mujer abraza a todo el mundo.

Peter Ustinov

Aquel a quien el amor no toca, camina en la oscuridad.

Platón

De casta le viene al galgo el ser rabilargo.

Proverbio

Al que juró hasta que ya nadie confió en él, mintió tanto que ya nadie le cree, y pide prestado sin que nadie le dé, le conviene irse a donde nadie lo conozca.

Ralph Waldo Emerson