Frase de Daniel Webster

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Dios concede la libertad solamente a aquellos que la aman y están siempre dispuestos a guardarla y defenderla.... - Daniel Webster

Dios concede la libertad solamente a aquellos que la aman y están siempre dispuestos a guardarla y defenderla.

Daniel Webster

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Explorar Frases

Y si es joven es un potro.

Anónimo

Se ve más el vicio que la virtud, porque el vicio es vanidoso y la virtud modesta.

Cándido Nocedal

El cultivo de la memoria es tan necesario como el alimento para el cuerpo.

Cicerón

Aprende a vivir y sabrás morir bien.

Confucio

Si todos soñamos lo mismo, podemos hacer realidad misiones imposibles.

Cora Weiss

El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.

Diógenes

Si mantenemos valores y creencias obsoletos, una consciencia fragmentada y un espírituegoísta, también estamos manteniendo objetivos y comportamientos obsoletos.

Ervin Laszlo

Hay quien, en ciertos momentos, desearía una conciencia inquieta para aburrirse menos.

Friedrich Hebbel

El pensamiento de Dios desciende hasta la soledad y hasta el tedio. Es el maná que llueve en el desierto.

Giuseppe Antonio Borgese

El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto.

Heywood Hale Broun

Los crímenes colectivos no comprometen a nadie.

Marlene Dietrich

Cada sociedadhonra a sus conformistas vivos y a sus muertos alborotadores.

Mignon McLaughlin

El Estado es la vasta maquinaria de la delincuencia y de la agresión institucionalizadas, la organización de los medios políticos con el objetivo de enriquecerse, esto quiere decir que nos hallamos ante una organización criminal y que, por consiguiente, su categoría moral es radicalmente distinta de la de cualquiera de los legítimos dueños de propiedades.

Murray Rothbard

La única cosa que sé es saber que nada sé; y esto cabalmente me distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo.

Sócrates

La filosofía no siempre juega limpiamente con nosotros. Después de invitarnos, frecuentemente rehúye nuestra compañía, y nos abandona cuando nos ha alejado de nuestra casa por caminos sumamente extraviados.

Walter Savage Landor