Frase de Eduardo Galeano

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Ni siquiera el progreso resulta progresista, porque hasta el progreso está en manos de pocos propietarios. El alimento de las minorí... - Eduardo Galeano

Ni siquiera el progreso resulta progresista, porque hasta el progreso está en manos de pocos propietarios. El alimento de las minorías se convierte en el hambre de las mayorías.

Eduardo Galeano

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El budismo: Es la única religión atea.

Alexandre Kojève

Tu tristeza - sombra tan sólo de tristeza - ahuyenta muy lejos a la tristeza verdadera.

Alfred Tennyson

Algunos tienen convicción de pecado pero no arrepentimiento.

Charles Finney

La moralidad es, en las ideas como en los actos, una forma de virilidad nada más, y la simple existencia de la repulsiva inmoralidad intelectual que domina en Europa y América demuestra hasta qué punto de decrepitud, lógica allí, temprana aquí, hemos llegado.

Eugenio María de Hostos

¡No! Nosotros no perseguimos ningún interés material, y es lógico que los imperialistas no lo entiendan, porque se guían por criterios exclusivamente chovinistas, nacionalistas, egoístas.

Fidel Castro

La indignación moral es una técnica utilizada para dotar al idiota de dignidad.

Herbert Marshall McLuhan

Pues que ansí es, adelante en buena hora.

Hernán Cortés

El más sublime amor, como el arte más excelso, se convierte en devoción.

Johann Gottfried Herder

La facultad del oído es una cosa sensible: muy pronto se sacia y al poco tiempo se cansa y aburre.

Martín Lutero

Todos los hombres golpean a sus mujeres: la gente del pueblo, con sus puños; los burgueses, con las leyes.

Maurice Donnay

Has hecho la tarea de un hombre común -prosiguió el enano-, no la de un verdadero héroe. El héroe realiza lo que ningún otro hombre osa realizar.

Michael Crichton

Y ponían en sus recuerdos unas notas de palpitante realidad.

Miguel Delibes

No hables, en manera alguna, hasta que tengas algo que decir.

Thomas Carlyle

Es vano y una tontería el hablar de conocer el Griego.

Virginia Woolf

Un hombre es la suma de sus desdichas. Se podría creer que la desdicha terminará un día por cansarse, pero entonces es el tiempo el que se convierte en nuestra desdicha.

William Faulkner