Frase de Edward Young

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El hombre que consagra sus horas con incansable empeño y honradas miras, arranca su aguijón a la vida y a la muerte.... - Edward Young

El hombre que consagra sus horas con incansable empeño y honradas miras, arranca su aguijón a la vida y a la muerte.

Edward Young

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Nadie tiene que hacer una ecuación para escuchar a Los Tres. Ahora, que la letra no le entre a la primera ya es otro tema, eso ya es culpa de Ricky Martin.

Álvaro Henríquez

Seguro que no estuvo bien. Debí haber añadido después de que todos hubieran abandonado el edificio, excepto los editores y los reporteros.

Ann Coulter

Lo agradable de los lugares donde uno recala depende, especialmente, de las personas que allí trabajan y le dan carácter.

Arturo Pérez-Reverte

Los sueños son ciertos mientras duran, y ¿acaso no vivimos en sueños?

Cassandra Clare

Así pues, practiquen la filosofía tanto el joven como el viejo; uno, para que aún envejeciendo, pueda mantenerse joven en su felicidad gracias a los recuerdos del pasado; el otro, para que pueda ser joven y viejo a la vez mostrando su serenidad frente al porvenir.

Epicuro

Es una especie de enfermedad natural de los poderosos no poder fiarse de los amigos.

Esquilo

El amor y la buena voluntad son inestimables en los asuntos humanos.

Florence Scovel Shinn

Las pasiones son virtudes o defectos exagerados.

Goethe

En los pueblos libres el derecho ha de ser claro. En los pueblos dueños de sí mismos, el derecho ha de ser popular.

José Martí

A veces los dibujos animados, las telenovelas, las series y los programas familiares pueden ser mas crudos que un reality.

María Lucía Fernández

El Universo se me aparecía ahora como un vacío donde flotaban raros copos de nieve, y cada copo era un Universo.

Olaf Stapledon

¿Qué queda cuando se ha perdido el honor?

Publilio Siro

La vida, lo imprevisto, todo lo que no dominamos, no preveemos, era lo que me pasaba.

Romain Duris

Las lágrimas que curan son también las lágrimas que queman y mortifican.

Stephen King

¿Más no vive el mortal, cuando ya muda es para él del mundo la armonía, si puede alimentar dulces recuerdos en los pechos amantes?

Ugo Foscolo