Frase de Enrique Bunbury

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Cuando en la mañana me haya ido. No tendrás mío ni un recuerdo, solo un hueco en la almohada donde meter tu olvido.... - Enrique Bunbury

Cuando en la mañana me haya ido. No tendrás mío ni un recuerdo, solo un hueco en la almohada donde meter tu olvido.

Enrique Bunbury

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Explorar Frases

Lo esencial para ser feliz es mantener siempre bien colmado el corazón, incluso de dolor. Sí; incluso de dolor, y aun el dolor más amargo.

Auguste Comte

... Esdras vemos que éste se esmeró no sólo en investigar la ley de Dios, sino también en embellecerla;...

Baruch Spinoza

Si quieres la verdad debes buscarla tú mismo.

Benedict Cumberbatch

Nada puede reemplazar en la guerra a la victoria.

Douglas MacArthur

A los que creen que tener constituye la categoría mas natural de la existencia humana puede sorprenderles enterarse de que en muchos idiomas no hay palabra que signifique tener.

Erich Fromm

El hombre es impotente frente al hombre: esta es su más dolorosa miseria.

Félicité Robert de Lamennais

Un sensato puede amar como un loco, pero nunca como un necio.

François de La Rochefoucauld

Uno se busca en la felicidad y se encuentra en el sufrimiento.

Henri Bataille

El miedo es bueno. El truco es dejar que no te paralice.

John C. McGinley

Lo terrible de la situación -señaló- es que las empresas disponen de los datos, pero los tienen almacenados en múltiples bases de datos, lo que les impide disponer de la información y responder a preguntas tan sencillas como el número de clientes que tienen, o si están o no satisfechos, o quiénes son sus proveedores y la inversión que realizan con cada unos de ellos.

Larry Ellison

Para quien busca, siempre habrá una Estrella como la de Belén que ilumine su camino.

Leonardo Boff

Si un niño tiene algo contra ti, te lo dice; sin embargo, los adultos mienten y te pretenden engañar.

Michael Jackson

El peón es el más importante instrumento de la victoria.

Paul Morphy

No te puedes poner ningún límite, no hay nada imposible.

Usain Bolt

En realidad lo que estaba experimentando era la fatiga corrosiva de la negligencia, de la disipación, de una pereza corrompida y de una vida sin futuro posible.

Yukio Mishima