Frase de Enrique Rojas

← Anterior Siguiente →
No hay felicidad sin amor y no hay amor sin renuncias. El amor entre dos personas es complicidad y estar pendiente del otro.... - Enrique Rojas

No hay felicidad sin amor y no hay amor sin renuncias. El amor entre dos personas es complicidad y estar pendiente del otro.

Enrique Rojas

Todas las frases de Enrique Rojas →

Explorar Frases

El ser humano está concebido para que la madre corte el cordón umbilical con sus dientes.

Alejandro Jodorowsky

La precipitación y la superficialidad son las enfermedades crónicas del siglo.

Aleksandr Solzhenitsyn

El gobierno ruso es una monarquía absoluta, moderada por el asesinato.

Astolphe-Louis-Léonor de Custine

Errar es humano, pero más lo es culpar de ello a otros.

Baltasar Gracián

Ustedes saben que yo escribo lentamente. Esto es principalmente porque nunca estoy satisfecho hasta que os he dicho todo lo posible, en pocas palabras; escribir en forma breve toma mucho más tiempo que escribir largo y tendido.

Carl Friedrich Gauss

Se borrará en tus labios la forma de los míos, y el cielo de tu vida tendrá un color distinto al de mi corazón.

Ernestina de Champourcín

Cada vez que las facultades humanes alcanzan su plenitud, necesariamente se expresan mediante el arte.

John Ruskin

Las ideas son como los conejos. Usted recibe una pareja y aprender a cuidarla, y muy pronto tiene una docena.

John Steinbeck

Yo era simplemente ciego, surgiendo y escondiéndote tu me regalaste la vista, de esa manera se dejan huellas.

Joseph Brodsky

Todo el mundo, sin importar lo fanáticos que sean a la hora de difamar y luchar contra el capitalismo, implícitamente lo homenajean al demandar apasionadamente sus productos.

Ludwig von Mises

El viejo Lester, ahora, simplemente lo hubiese dejado pasar. Pero no éste tipo.

Martin Freeman

En las flores silvestres de verano se estremece aún el sueño de gloria de los guerreros.

Matsuo Basho

La religión está a punto de convertir las creencias no probadas en verdades inamovibles, a través del poder de las instituciones y del paso del tiempo.

Richard Dawkins

Cada hombre se dirige a sí mismo a su gusto.

Virgilio

El alma de cada hombre es su genio.

Xenócrates