Frase de Eva Perón

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Solamente los fanáticos -que son idealistas y son sectarios- no se entregan. Los fríos no mueren por una causa, sino de casualidad. Los fa... - Eva Perón

Solamente los fanáticos -que son idealistas y son sectarios- no se entregan. Los fríos no mueren por una causa, sino de casualidad. Los fanáticos sí. Me gustan los fanáticos y todos los fanatismos de la historia.

Eva Perón

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Explorar Frases

Cada vez que elijas quién te va a acompañar en un proyecto, piensa si esa persona sumará valor y te permitirá ser la mejor versión de ti mismo.

Bernardo Stamateas

Todo gira en la vida, y la historia del amor vuelve a empezar.

Celeste Carballo

Y nunca sea anticuado.

Count Basie

Hablar es tener demasiada consideración hacia los demás. Por la boca mueren el pez y Oscar Wilde.

Fernando Pessoa

El paso de los años mata a los sueños.

Ismael Díaz Lázaro

Estar tranquilo y meditando con un sonido es completamente diferente y lo descubrirán pronto mucha gente que siente que el mundo visual ya no le alcanza.

Karlheinz Stockhausen

Lo que tiene valor no es la obra, sino el obrar. Lo que se hace ahora, vive; lo ya hecho; está muerto.

Leopold Schefer

El esparcir la paja sobre los campos de cultivo mantiene su estructura y enriquece el suelo, así que se hace innecesario el abonado comercial. Esto por supuesto, dentro de la práctica del no laboreo.

Masanobu Fukuoka

Acá para entre nosotros: hay ciertas cosas que he visto siempre ir de perfecto acuerdo: los ideales supracelestes y las costumbres infraterrenas.

Michel de Montaigne

De motor del desarrollo capitalista, el militarismo se ha vuelto una enfermedad capitalista.

Rosa Luxemburgo

Migajas de decencia, lo único que nosotros los pobres podemos ofrecernos unos a otros.

Saul Bellow

¿Que si tengo una rutina especial antes de los playoffs? Sí, que tu madre me frote los pies.

Shaquille O'Neal

El tiempo nos conduce -siempre- adonde no queremos ir. Amemos el tiempo.

Simone Weil

No nos permitimos el lujo de perder la noción del tiempo.

Tom Hanks

No hay ninguna mujer que valga nada para el hombre, a menos que el hombre esté enamorado de ella; en este caso, vale todo lo que cuesta.

William Somerset Maugham