Frase de Francisco de Asís

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Entretenerse en buscar defectos al prójimo es prueba suficiente de no ocuparse apenas de los suyos propios.... - Francisco de Asís

Entretenerse en buscar defectos al prójimo es prueba suficiente de no ocuparse apenas de los suyos propios.

Francisco de Asís

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Explorar Frases

¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.

Albert Einstein

Tu casa puede reemplazar el mundo; pero el mundo a tu casa jamás.

Anónimo

El dinero se adquiere con trabajo, se guarda con temor y se pierde con gravísimo dolor.

Casiodoro

La naturaleza no necesita defensas, sino más defensores.

Edward Abbey

Cuando eres pequeño, confias en la gente, y al crecer debemos tener el valor de no perder la confianza.

Federico Moccia

El error ha hecho al hombre bastante profundo, para hacer proceder de él las religiones y las artes.

Friedrich Nietzsche

En España mucha gente se ha enriquecido por arte de mafia.

Jaume Perich

La política no es una especulación; es una Ciencia más pura y la más digna, después de la Filosofía, de ocupar las inteligencias nobles.

Juan Pablo Duarte

Mi cazador de libélulas, ¿hasta donde se me habría extraviado hoy?

Kaga no Chiyo

¿Que significa dejar pasar el momento? Evidentemente, es la situción más favorable para la insurrección cuando más nos favorece la correlación de fuerzas.

León Trotski

Antes partía que doblá

Magdalena Álvarez

Y yo aquí como un tonto, leyendo los mensaje que me escribias cuando me querías tanto.

Rapsusklei

El emprendimiento favorece una mente abierta.

Richard Branson

Una sociedad en la que la vocación y el trabajo se separan de la mayoría de la gente crea gradualmente una economía que es a menudo carente de espíritu, que llena con frecuencia nuestros bolsillos a costa de vaciar nuestras almas.

Sam Keen

Uno de los medios de los que se sirve el fascismo para actuar sobre el hombre es la total, o casi total, ceguera. El hombre no cree que vaya al encuentro de su propia aniquilación. Es sorprendente que aquellos que se encontraban al borde de la tumba fueran tan optimistas.

Vasili Grossman