Frase de Francisco de Quevedo

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Los fumadores de tabaco comienzan, desde aquí abajo, su noviciado para el infierno, donde se necesita estar muy acostumbrado al... - Francisco de Quevedo

Los fumadores de tabaco comienzan, desde aquí abajo, su noviciado para el infierno, donde se necesita estar muy acostumbrado al humo.

Francisco de Quevedo

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Nuestro mundo es, entre otras cosas, una creación verbal. Más allá del dictamen del primer verso del evangelio de Juan, nuestra experiencia del mundo es una traducción de esa experiencia en palabras que la recrean con mejor o peor suerte.

Alberto Manguel

Esto es lo que vi. Esto es lo que oí. Esto es lo que sé. Lo único que sé

Anne Rice

Lauda es peor que Judas. Se vendió a la competencia por unas pocas monedas.

Enzo Ferrari

El comercio es casi un arte; es la forma inferior, el primer grado del arte.

Ferdinand Brunetière

Actividad artística impulsada por la potencia del creador capaz de despertar emociones.

Francisco Javier Sáenz De Oiza

Creo en la naturaleza, en las aves, el mar, el cielo, en todo lo que puedo ver o que tiene evidencia real. Si estas cosas son las que entendemos por Dios, yo creo en Dios. No creo en un Dios personal a quien busco por comodidad o a una persona física que me guíe.

Frank Sinatra

Si no quieres que el mal exista, no obres mal.

León Tolstói

¿Preguntas, Dino, qué me produce mi finca de Nomentano? Óyelo: el placer de no verte.

Marcial

Le agarré la camiseta apenas unos segundos, Zidane se volvió y me dijo muy arrogante, mirándome de arriba a abajo, que si quería su camiseta me la daría después, y le respondí con un insulto, es verdad.

Marco Materazzi

Pateo el trasero.

Michelle Rodriguez

La filosofía puede enseñarnos a sobrellevar con ecuanimidad los infortunios del prójimo.

Oscar Wilde

Por desgracia uso las cosas según me lo dicta mi pasión.

Pablo Picasso

Sólo pueden contigo si te acabas rindiendo... si disparan por fuera y te matan por dentro.

Rosana

No se modifica la vida sin modificarse uno mismo.

Simone de Beauvoir

La política de una democracia que implica desacuerdo, que promueve la sinceridad, ha sido sustituida por la psicoterapia. Lloremos juntos. Pero no seamos todos juntos unos estúpidos.

Susan Sontag