Frase de François de La Rochefoucauld

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Hay personas tan ligeras y tan frívolas, que son tan incapaces de tener verdaderos defectos como sólidas cualidades.... - François de La Rochefoucauld

Hay personas tan ligeras y tan frívolas, que son tan incapaces de tener verdaderos defectos como sólidas cualidades.

François de La Rochefoucauld

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Explorar Frases

La risa que brota de un corazón alegre tiene mucho más valor y significado que el sermón más largo y profundo.

Adolfo Kolping

Le dedicaba demasiado tiempo a la electrónica y estaba perjudicando mis tareas escolares.

Akio Morita

Me dice que soy un ciego, lo que veo.

Antonio Porchia

No me gusta dar consejos, porque creo que el darlos equivale a contraer innecesariamente una responsabilidad.

Benjamin Disraeli

¡Que tu futuro esté limitado solamente por tus sueños!

Christa McAuliffe

El día de mañana es una sátira del hoy y demuestra su futilidad.

Edward Young

Espero que nunca te arrepientas de haberme metido en tu vida y que un día al despertar seas menos guapo, así podré respirar mientras te miro.

Elísabet Benavent

Muchos son los buenos, si se da crédito a los testigos; pocos, si se toma declaración a su conciencia.

Francisco de Quevedo

Quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece.

Franz Kafka

Un hombre con una motivación es más fuerte que un Dios.

John Hurt

Es en nosotros un deber de humanidad tener a disposición de todos los bienes que Dios quiso fuesen comunes, ya que a todos los hombres entregó la tierra para que se sustentaran con sus frutos y sólo la rabiosa codicia pudo acotar y acaparar para sí ese patrimonio divino, apropiándose los alimentos y las riquezas dispuestas para todos los humanos.

Juan de Mariana

Blanca Suárez es una belleza.

Mario Casas

Si creemos que alguien puede mejorar, y esa persona siente que la consideramos igual a nosotros, ella tendrá oídos para nuestras palabras. Y, así, creerá que puede volverse mejor.

Paulo Coelho

Muchas son las leyes en un estado corrompido.

Tácito

El primer rey fue un soldado afortunado; el que sirve bien a su patria no necesita antepasados.

Voltaire