Frase de Franklin D. Roosevelt

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La prueba de nuestro progreso no es si añadimos más a la abundancia de aquellos que tienen mucho; es si proporcionamos suficie... - Franklin D. Roosevelt

La prueba de nuestro progreso no es si añadimos más a la abundancia de aquellos que tienen mucho; es si proporcionamos suficiente a aquellos que tienen demasiado poco.

Franklin D. Roosevelt

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Explorar Frases

Nunca hagas algo que los otros puedan hacer por ti.

Agatha Christie

Que el dolor cuando es por dentro es más fuerte.

Alejandro Sanz

A los jóvenes de hoy no les importa nada porque nadie les enseña nada que de verdad valga la pena. Los jóvenes de hoy no tienen metas porque ya no quedan metas.

Alfredo de Hoces

Caballo de regalo, tenlo por bueno aunque sea malo.

Anónimo

El viaje más largo es el que se hace hacia el interior de uno mismo.

Dag Hammarskjöld

Hacen falta dos para decir la verdad; uno que hable y otro que escuche.

Henry David Thoreau

Los caminos del Creador no son nuestros caminos, dijo Mr. Deasy. Toda la historia humana se dirige hacia una gran meta, la manifestación de Dios.

James Joyce

Lo malo del trabajo es depender de otro ser humano, acatar sus reglas y poner tu inteligencia, tu voluntad y tu energía a su servicio.

Joaquín Berges

La grandeza de un hombre está en relación directa a la evidencia de su fuerza moral.

John F. Kennedy

Siempre que hable frente a una persona importante, imagíneselo siempre en ropa interior. De esa manera no tendrá miedo de proponer un negocio.

Joseph P. Kennedy

La liberalidad es la primera hija del amor y la piedra imán más atractiva para los hierros de la voluntad.

Lope de Vega

La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar.

Mario Vargas Llosa

Pasa tus vacaciones en tu propia ciudad y gasta el dinero en trabajar en proyectos que ayuden a construir tu comunidad.

Patch Adams

La gente, valiéndose de criterios convencionales, lo tiene todo resuelto, inclinándose siempre hacia lo más fácil, y buscando aún el lado más fácil de lo fácil.

Rainer Maria Rilke

Lo terrible de la necedad es que puede semejarse a la sabiduría más profunda.

Valery Larbaud