Frase de Georg Christoph Lichtenberg

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La Revolución francesa, obra de la filosofía. Pero qué salto desde el cogito ergo sum hasta el primer grito de ¡A la Bas... - Georg Christoph Lichtenberg

La Revolución francesa, obra de la filosofía. Pero qué salto desde el cogito ergo sum hasta el primer grito de ¡A la Bastille! resonando en el Palais Royal. Para la Bastilla fue la trompeta del Juicio Final.

Georg Christoph Lichtenberg

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Explorar Frases

Debes buscar las cualidades positivas que tiene y expresarle que esas son las razones por las que te sientes atraído.

Alex Gekko

El electrón es el verdadero héroe de nuestro siglo.

Anónimo

No finjas más, no ocultes la excesiva hambre de mí que te arde en la mirada.

Antonio Gala

A los dieciocho años se adora; a los veinte, se ama; a los treinta, se desea; a los cuarenta, se reflexiona.

Charles Paul de Kock

Cada civilización debe contender con una fuerza inconsciente que puede anular, desviar o revocar casi cualquier intención consciente de la colectividad.

Frank Herbert

Lo que se desea en la juventud, se tiene a la vejez en abundancia.

Goethe

Estamos en un coche yendo hacia el futuro utilizando sólo nuestro espejo retrovisor.

Herbert Marshall McLuhan

Yo podría ser un periodista. Creo que las entrevistas son la nueva forma del arte. Creo que la autoentrevista es la esencia de la creatividad. Hacerte preguntas a ti mismo y tratar de encontrar respuestas. Lo que hace un escritor es contestar una serie de preguntas que no han sido pronunciadas.

Jim Morrison

En las presas yo divido lo cogido por igual; sólo quiero por riqueza la belleza sin rival.

José de Espronceda

Chesterton, Marta y Ana Frank vienen a decirnos que casualidad es el nombre que damos a la Providencia cuando no hablamos con propiedad.

José Ramón Ayllón

No nos vimos nunca pero no importaba, mi hermano despierto mientras yo dormía, mi hermano mostrándome detrás de la noche su estrella elegida.

Julio Cortázar

Había nacido para ser feliz. Durante mi juventud nunca me había afligido la tristeza, y si en algún momento me sentía abatido, contemplar las maravillas de la naturaleza o estudiar lo que de sublime y excelente ha hecho el hombre siempre conseguía interesarme y animarme.

Mary Shelley

... que el hermano ayude al hermano.

Platón

Las verdades, como las rosas, tienen espinas; recíbelas por la parte de la flor y no te pincharás.

Salvador Jacinto Polo de Medina

Los fenómenos propios de la vida que tienen una meta y su propio carácter como fin, no tienen la vida como meta, sino la expresión misma de su esencia, la exposición de su significado. Y así también la traducción tiene por meta última el expresar la estrecha relación existente entre las lenguas.

Walter Benjamin