Frase de Goethe

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Cuando se tiene en la cabeza una obra grande, nada puede subsistir a su lado; se rechazan todos los demás pensamientos y hasta la vida pierde... - Goethe

Cuando se tiene en la cabeza una obra grande, nada puede subsistir a su lado; se rechazan todos los demás pensamientos y hasta la vida pierde su serenidad.

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No tengo ni idea de cómo va a funcionar la película pero el caso es que tampoco me importa lo más mínimo.

Me lo imagino también como una especie de recinto secreto lleno de trastos borrosos, separado de las antesalas más limpias y ordenadas de la mente por una cortina que sólo se descorre de vez en cuando; los recuerdos que pueden darnos alguna sorpresa viven agazapados en el cuarto de atrás, siempre salen de allí y sólo cuando quieren, no sirve hostigarlos.

Carmen Martín Gaite

Ningún acto de amabilidad, no importa si es pequeño, será desperdiciado.

En ningún momento he dudado que las mujeres sean tontas. Al fin y al cabo el Todopoderoso las creó a imagen y semejanza de los hombres.

El señor Pedrusco.

José María García

No hay certeza en la ciencia si no se puede aplicar una de las ciencias matemáticas.

Leonardo da Vinci

La mayoría de las cosas que nos pasan, si se piensa, vienen y van sin dejar rastro, como si en realidad no importaran mucho y esa predisposición para olvidarlas fuera nuestra manera de perdonar que nos hayan distraído de las cosas que sí merecían atención. Sin embargo hay unos pocos momentos escogidos en la vida qye según los estás viviendo ya sabes que los vas a recordar para siempre.

El socialismo y el intervencionismo. Ambos tienen en común el objetivo de subordinar incondicionalmente el individuo al Estado.

Ludwig von Mises

La Educación es el pasaporte hacia el futuro, el mañana pertenece a aquellos que se preparan para él en el día de hoy.

Y al pie de una resquebrajadura enorme y suntuosa, como pórtico de vieja catedral, Demetrio Macías, con los ojos fijos para siempre, sigue apuntando con el cañón de su fusil.

La paciencia, como todo lo que es humano, tiene su límite.

Mario Vargas Llosa

Yo no comprendo nada. No tan sólo tus manos son un puro milagro. Un traspiés, un olvido, y acaso fueras mosca, lechuga, cocodrilo. Y después... Esa estrella. No preguntes. ¡Misterio! El silencio.

Oliverio Girondo

El resentimiento es hacer fotocopias del dolor.

Las musas son diosas, y, como diosas, cantan a los dioses; nosotros, acá, somos mortales: como mortales, a mortales cantemos.

Era acerca de tomar el dinero de unos idiotas.

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