Frase de Gustavo Adolfo Bécquer

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¡Llora! No te avergüences de confesar que me quisiste un poco. ¡Llora! Nadie nos mira. Ya ves; yo soy un hombre... y también... - Gustavo Adolfo Bécquer

¡Llora! No te avergüences de confesar que me quisiste un poco. ¡Llora! Nadie nos mira. Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro.

Gustavo Adolfo Bécquer

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Libertad es búsqueda de libertad. Nunca la alcanzaremos completamente. La muerte nos advertirá que hay límites a toda historia personal. La historia, que perecen y se transforman las instituciones que en un momento dado definen la libertad. Pero entre la vida y la muerte, entre la belleza y el horror del mundo, la búsqueda de libertad nos hace, en toda circunstancia, libres.

Carlos Fuentes

No hay pasión o gloria que no conduzca a la pena.

Eduardo Galeano

Las mujeres son las reinas de los jóvenes, las compañeras de los adultos y las nodrizas de los viejos.

Francis Bacon

Mientras las cosas son realmente esperanzadoras, la esperanza es un nuevo halago vulgar: sólo cuando todo es desesperado la esperanza empieza a ser completamente una fuerza.

Gilbert Keith Chesterton

Cada artista escribe su propia autobiografía.

Henry Havelock Ellis

El amor es lo único que domina la vida.

Javier Castillo

Formarse no es nada fácil, pero reformarse lo es menos aún.

Jean Cocteau

Es casi imposible leer algo bello sin sentir deseos de hacer algo bello.

John Steinbeck

El miedo al otro hace que nos parezcamos al otro que nos teme.

Jorge Majfud

No hay mejor munición que la intuición.

Lírico

Son las almas benditas del purgatorio que están a la espera de las oraciones de ustedes para refrescarse. No dejen de rezar por ellas. Piden por ustedes, pero no pueden pedir por ellas mismas, son ustedes quienes tienen que pedir por ellas para ayudarlas a salir para encontrarse con Dios y gozar eternamente de Él.

María Vallejo-Nágera

Ciertas cosas son tan importantes que necesitan ser descubiertas solas.

Paulo Coelho

La mente ama lo desconocido. Le encantan las imágenes cuyo significado desconoce.

René Magritte

La apetencia constante y firme de la virtud, sin reparar en los peligros o ventajas existentes, es la suprema excelencia a que la Humanidad puede llegar.

Samuel Johnson

Una persona no está enamorada si el amor no ilumina su alma.

Yalal ad-Din Muhammad Rumi