Frase de Henri-Frédéric Amiel

Cerramos nuestros ojos a los comienzos del mal, porque son pequeños; pero en esta su aparente debilidad reside el germen de nue... - Henri-Frédéric Amiel

Cerramos nuestros ojos a los comienzos del mal, porque son pequeños; pero en esta su aparente debilidad reside el germen de nuestra derrota. Principiis obsta: esta máxima, seguida al pie de la letra, es la que nos preservará de casi todos nuestros infortunios.

Henri-Frédéric Amiel

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