Frase de Hesíodo

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¡Tan sagrado es el don de las Musas para los hombres! De las Musas y del flechador Apolo descienden los aedos y citaristas que hay sobre la... - Hesíodo

¡Tan sagrado es el don de las Musas para los hombres! De las Musas y del flechador Apolo descienden los aedos y citaristas que hay sobre la tierra; y de Zeus, los reyes.

Hesíodo

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Explorar Frases

El que está enamorado de sí mismo no tendrá rivales.

Benjamin Franklin

Una vez que has drenado la vitalidad de la gente en el trabajo, probablemente se someterán a la jerarquía y a la especialización en todo. Están acostumbrados a ello.

Bob Black

No hay forma mas facil para engañar a un tonto que es diciendole que no lo es.

Bruno Gambarotta

Consentir que nos condecoren es reconocer al Estado o al príncipe el derecho de juzgarnos, ilustrarnos, etc.

Charles Baudelaire

Los hombres conducen, en general, mejor que las mujeres. Siempre que ves a alguien por la carretera, dudando y tal, es una mujer.

Encarnación Naharro

Me gusta rodearme de recuerdos, de igual modo que no vendo mis trajes viejos. A veces subo a verlos al desván donde los guardo y recuerdo los tiempos en que aún estaban nuevos y en todas las cosas que hice cuando los llevaba.

Gustave Flaubert

Nada es tan saludable como una paliza en el momento oportuno. De pocas partidas ganadas tengo aprendido tanto como de la mayoría de mis derrotas.

José Raúl Capablanca

En lo pasado está la historia del futuro.

Juan Donoso Cortés

La Galia está dividida en tres partes.

Julio César

No puedo vivir ni contigo ni sin ti.

Marcial

Tengo el tiempo, el dinero y los conocimientos para sacar adelante este proyecto. Muy poca gente cumple estos tres requisitos, sería imposible ir a un comité de inversores y venderles esta idea, porque las perspectivas de beneficio son lejanas, si es que existen en realidad. Yo soy joven, ingenuo y estoy forrado, así que me siento obligado a cumplir esta misión. Acerca del proyecto Ubuntu.

Mark Shuttleworth

Un tonto sabio es más tonto que un tonto ignorante.

Molière

Hay una mente, una mente omnipresente y omnífica. Su nombre sagrado es el amor. ¡Oh verdad de sublime grandeza! Quien se nutre sacia con ella su alma constante, escapa con una bendición de este ínfimo mundo.

Samuel Taylor Coleridge

Los tres grandes elementos de la civilización moderna la pólvora, la imprenta y el protestantismo.

Thomas Carlyle

Las personas que no sufren de apego son exploradoras de corazón y de acción, son curiosas y observadoras: voyeuristas de la existencia.

Walter Riso