Frase de Isaac Asimov

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Aquella masa de solidificada razón de dieciséis kilómetros de longitud, a la que los hombres llamaban multivac, el más complejo ordenad... - Isaac Asimov

Aquella masa de solidificada razón de dieciséis kilómetros de longitud, a la que los hombres llamaban multivac, el más complejo ordenador jamás construido.

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El día que pase Eau Rouge con el pedal a fondo habrá dejado de apasionarme la fórmula uno.

Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.

La mocedad es un sol de verano.

Edgar Allan Poe

Desde la ruidosa expulsión de los monjes, hemos entrado en la era de los conflictos entre la autoridad civil y la dominación eclesiástica. Ya en los asombrados departamentos asisten al duelo heroico del prefecto y del obispo; ya Francia entera se queda boquiabierta ante el combate singular de un ministro y de un cardenal.

Guy de Maupassant

El Museo Ghibli me hace sentir nostalgia, especialmente por las tardes, cuando atardece y el Sol se pone: las lágrimas bañan mis ojos.

En lugar de preparar sólo el intelecto y la memoria, debemos considerar también el desarrollo de la voluntad, demostrado en la iniciativa y la acción, ya que nuestra tarea principal.

El que tiene a Riquelme juega con ventaja. Ahora lo tenemos nosotros y trataremos de aprovecharlo.

Juan Román Riquelme

La vida es duda, y la fe sin la duda es sólo muerte.

Miguel de Unamuno

En los problemas comunes de la vida humana, la ciencia nos dice muy poco, y los científicos, como personas, sin duda no son ninguna guía. De hecho, son a menudo la peor de guía, ya que a menudo tienden a concentrarse, como un láser, en sus propios intereses profesionales, y saben muy poco sobre el mundo.

Quien mucho se baja, el culo enseña.

¿No has notado que quienes apuestan por lo seguro carecen de entusiasmo y sentido de propósito?

Los fracasos son parte del menú del vida.

Rosalind Russell

Pues si te empeñas en soñar te empeñas en aventar la llama de tu vida.

No debemos tratar de escapar del sufrimiento, sino observarlo muy atentamente. Y es que, cuando observamos muy atentamente el sufrimiento, comprendemos en profundidad su naturaleza, y se despliega, ante nosotros, el camino de la transformación y de la curación.

Thich Nhat Hanh

Las bellas mujeres merecen aunque sea una mirada.

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