Frase de Jim Broadbent

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La nostalgia es como la mayoría de las enfermedades. Te hará sentir miserable, y luego pasará a otra persona.... - Jim Broadbent

La nostalgia es como la mayoría de las enfermedades. Te hará sentir miserable, y luego pasará a otra persona.

Jim Broadbent

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Explorar Frases

Bebe o vete.

Anónimo

Una era se puede decir que se termina cuando las ilusiones se han agotado.

Arthur Miller

El que resiste, gana.

Camilo José Cela

Acepta lo que sucede en la vida y sigue adelante.

Corey Johnson

Que avn la mesma vida de los hombres, si bien lo miramos, desde la primera edad hasta que blanquean las canas, es batalla.

Fernando de Rojas

La ausencia del Estado genera que los conciudadanos busquen llenar el vacío a través de comportamientos de agresión.

Jorge González Moore

Los problemas que te matan de preocupación, nunca se materializan. Los que te toman por sorpresa un miercoles por la tarde te dejan pasmado.

Jude Law

La fortuna juega a favor de una mente preparada.

Louis Pasteur

Soy recontra alcahuete de Menem.

Luis Barrionuevo

El caballo pasea con arrogancia dentro de la pista, como una hermosa en el salón del baile. Sabe que es bello y sabe que le miran. Y el caballo puede matar a su jinete en el steeplechase, como la dama, por casta y angelical que os parezca, puede también poner en vuestra mano el vibrante florete del duelista o el revólver del suicida. Todo amor da la muerte.

Manuel Gutiérrez Nájera

No seas arrogante por sabio, más aprende del ignorante tanto como del estudiado. Es que la sabiduría no tiene límites, y nadie todavía la ha perfeccionado.

Ptahhotep

Busco entre tus piernas la fe y hundo mi sol mojado en tu piel.

Roberto Iniesta

Ya oíste lo que se ha dicho: mejor es morir entre las ruinas del propio país, que en un palacioextranjero.

Taras Shevchenko

La biblia es una ventana en esta prisión del mundo, a través de la cual podemos mirar a la eternidad.

Timothy Dwight

Amigos míos, retened esto: No hay ni malas hierbas ni hombres malos. No hay más que malos cultivadores.

Victor Hugo