Frase de Joël Dicker

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Para gobernar América hacen falta cojones. Y los elefantes tienen los cojones más grandes que los burros, así de simple, es genético.... - Joël Dicker

Para gobernar América hacen falta cojones. Y los elefantes tienen los cojones más grandes que los burros, así de simple, es genético.

Joël Dicker

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Creo que debe haber risas en todo. A veces, se trata de un portazo, un pastel en la cara o simplemente un reconocimiento de nuestras debilidades.

Alan Rickman

Los derechos humanos son una invención, muy sabia, de los marxistas.

Augusto Pinochet

Cada cañón que se hace, cada buque de guerra que se echa al agua, cada cohete que se lanza significa, a fin de cuentas, que se está robando de los que tienen hambre y no son alimentados, de aquellos que tienen frío y no son vestidos.

Dwight D. Eisenhower

Eres hermosa, dijo sin grandilocuencia. Eso es lo de menos, replicó cortésmente.

Emmanuelle Arsan

Siempre he oído, que suele echarse de ver el amor de la mujer en la ropa del marido.

Francisco de Rojas Zorrilla

La más triste caricatura de un caballo, como un caballo vestido de hombre, o bien como un simple hombre con la cara de un caballo.

Francisco Tario

El gesto de amargura del hombre es, con frecuencia, sólo el petrificado azoramiento de un niño.

Franz Kafka

Creo que en todo individuo hay cierta tendencia a un determinado mal, a un defecto innato, que ni siquiera la mejor educación puede vencer. - Y ese defecto es la propensión a odiar a todo el mundo.

Jane Austen

Mi madre es mi único mito.

Manuel Fraga Iribarne

La música no se impone, no domina: es el lenguaje que se acomoda a todas las pasiones.

Manuel Gutiérrez Nájera

Aceptar la gracia es aceptar el juramento de obsequiarla.

Max Lucado

El granizo en su boca, un pájaro de fuego.

Mitsuhashi Takajo

A nadie se le reprimió por cómo pensaba, sino por lo que hacía. Companys no era inocente. Ni tampoco las Trece Rosas, unas jóvenes estalinistas.

Pío Moa

Estar en ocio muy prolongado, no es reposo, sino pereza.

Séneca

Un hombre de origen modesto que logra cierto renombre y alcanza una posición social elevada, está dotado manifiestamente de cualidades sobresalientes.

Yamamoto Tsunetomo