Frase de John F. Kennedy

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No os preguntéis qué puede hacer vuestro país por vosotros. Preguntaos qué podéis hacer vosotros por vuestro país.... - John F. Kennedy

No os preguntéis qué puede hacer vuestro país por vosotros. Preguntaos qué podéis hacer vosotros por vuestro país.

John F. Kennedy

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Explorar Frases

Primavera árabe, seguimos diciendo aquí. Cuando lo que viene es el invierno más negro.

Arturo Pérez-Reverte

A menudo la mujer varía.

Francisco I de Francia

No se debe zaherir lo vulgar, pues eternamente perdura inmutable.

Goethe

¡Seamos sufridos! Las aflicciones no son cosa puramente terrena; a menudo las bendiciones del cielo toman este negro disfraz.

Henry Wadsworth Longfellow

La verdadera religión debe enseñar que la vida está repleta de alegrías gratas a los ojos de Dios, y que el conocimiento sin la acción está vacío.

Jack Herbert

Busque, dicen ellos. Yo busco mucho la expresión justa, la expresión sencilla, la expresión que conviene más al tema en cuestión, al pensamiento que se tiene, al sentimiento que anima, a lo que precede, a lo que sigue, al sitio que aguarda la palabra.

Joseph Joubert

El amor encontrará su camino, incluso a través de lugares donde ni los lobos se atreverían a entrar.

Lord Byron

Es adecuado que experimentemos momentos de miedo que nos permitan actuar con cautela y no ser unos insensatos.

Mario Alonso Puig

En Navidad, todos los caminos llevan a casa.

Marjorie Holmes

La vida es dura, si ha de ser grande. Solo admite elección entre victoria y derrota, no entre guerra y paz.

Oswald Spengler

La historia se repite. Los historiadores se repiten entre sí.

Philip Guedalla

Cualquier resultado en el mundo material no es más que la manifestación de una decisión interna, consciente o inconsciente, tomada con anterioridad.

Raimon Samsó

Es posible la liberación y la renovación, así como la esclavitud y la muerte existencial.

Ronald David Laing

Yo soy el dueño de mi destino; yo soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley

No fue hasta el Premio Nobel cuando realmente me tuvieron en cuenta. No podían entender mis libros, pero pudieron entender los 30.000 dólares.

William Faulkner