Frase de José de Espronceda

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Yo, compasivo, te ofrezco; lejos del mundo un asilo, donde a mi sombra tranquilo, para siempre duerma en paz.... - José de Espronceda

Yo, compasivo, te ofrezco; lejos del mundo un asilo, donde a mi sombra tranquilo, para siempre duerma en paz.

José de Espronceda

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Cuando el gobierno (que no es lo mismo que la ley) comienza a contravenir las leyes, o a desoír los anhelos de reforma que el pueblo expresa, sobrevienen las revoluciones. Estos hechos históricos no son delitos en sí mismos, aun cuando en la práctica se los trate como tales cuando las revoluciones son vencidas.

Alfonso Reyes Ochoa

Les he dado mi pan, ¡vaya negocio! Tendrán hambre esta noche, tendrán hambre mañana. La religión de Cristo, es una religión de desesperación, porque desespera de la vida y sólo tiene esperanza en la eternidad.

Charles Péguy

La carencia de escuelas, la falta de buena fe en los párrocos, y la depravación manifiesta de los pocos que comercian con la ignorancia y la consiguiente sumisión de las masas, alejan, cada día más, a aquellos pueblos de la verdadera civilización que, cimentada, agregaría al país secciones importantes con elementos tendientes a su mayor engrandecimiento.

Clorinda Matto de Turner

Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz.

Confucio

Piensa y maravíllate, maravíllate y piensa.

Dr. Seuss

Generalmente se juzgan los hombres por el crédito que disfrutan o por las riquezas que poseen.

François de La Rochefoucauld

Con tanto ardor deben los ciudadanos pelear por la defensa de las leyes, como por la de sus murallas, no siendo menos necesarias aquéllas que éstas para la conservación de una ciudad.

Heráclito

Cuarenta años después de una batalla, es muy fácil para un no combatiente razonar acerca de cómo debería haberse peleado. Es muy distinto dirigir personalmente la acción bajo el fuego, mientras se está envuelto en su oscuro humo.

Herman Melville

Vivir atento es vivir; lo otro, vegetar.

Mario Conde

Toda ley que viole los derechos inalienables del hombre es esencialmente injusta y tiránica, no es una ley en absoluto.

Maximilien Robespierre

Siempre se es engañado fácilmente por lo que se ama, y el amor propio nos inclina a engañarnos a nosotros mismos.

Molière

La lucha por el poder, que algunos ven como el objeto de la política, otros pensábamos que era la lucha por el hacer, y por eso así nos ha ido.

Pablo Castellano Cardalliaguet

La fama es la suma de los malentendidos que se reúnen alrededor de un hombre.

Rainer Maria Rilke

Las preocupaciones se pierden con el tiempo.

Ramón de Campoamor

El tablero es el mundo; las piezas son los fenómenos del Universo; las reglas del juego constituyen lo que conocemos como leyes de la naturaleza.

Thomas Henry Huxley