Frase de José Ortega y Gasset

← Anterior Siguiente →
El pensamiento es la única cosa del Universo de la que no se puede negar su existencia: negar es pensar.... - José Ortega y Gasset

El pensamiento es la única cosa del Universo de la que no se puede negar su existencia: negar es pensar.

José Ortega y Gasset

Todas las frases de José Ortega y Gasset →

Explorar Frases

La sinceridad recompensada es uno de los placeres más gratificantes que existen en esta vida.

Albert Espinosa

Mi trabajo como fotógrafo de retratos es seducir, divertir y entretener.

Arnold Newman

Nos reímos del honor y luego nos sorprendemos de encontrar traidores entre nosotros.

C. S. Lewis

Me cambió hasta la cara cuando me fui. Algunos me dijeron incluso que si me había hecho un lifting.

Florentino Pérez

Qué pequeña es la luz de los faros de quien sueña con la libertad.

Joaquín Sabina

Sólo llegará a adquirir el señorío de la forma el que comience por ser esclavo de ella.

Marcelino Menéndez Pelayo

Todo el mundo sabe que una bola de nieve en la cara es el comienzo perfecto de una amistad duradera.

Markus Zusak

Inútil es el trabajo de quienes se esfuerzan haciendo cálculos para cuadrar el círculo.

Michael Stifel

Mal haya el hombre infeliz y otra y mil veces mal haya el hombre que con mujer hermosa en extremo casa; que no ha de tener la propia de nada opinión, pues basta ser perfecta un poco en todo, pero con extremo en nada.

Pedro Calderón de la Barca

Siempre llevo dos libros en el bolsillo, uno para leer y otro para escribir en él.

Robert Louis Stevenson

Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante; y el que comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto, no en la historia viva de su tierra.

Rodolfo Walsh

Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca.

Rosario Castellanos

Todo el mundo aspira a la vida dichosa, pero nadie sabe en qué consiste.

Séneca

El peón es la causa más frecuente de la derrota.

Wilhelm Steinitz

Un atisbo de brutalidad destacaba la delicadeza de la mandíbula y la vitalidad de la sonrisa.

William Gibson