Frase de Juan Rulfo

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No aflijas al afligido; que a las veces el que ha errado tiene enmienda consolado mejor que reprehendido.... - Juan Rulfo

No aflijas al afligido; que a las veces el que ha errado tiene enmienda consolado mejor que reprehendido.

Juan Rulfo

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Temed a la tecnología, se acerca la destrucción del hombre.

Alex Pimentel

Desde hace mil años que me pregunto: ¿qué haré ahora? Y aún no necesito responderme.

Antonio Porchia

Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas, eres uno con él. El otro te hará maldecir la vida. Uno te hace fuerte, el otro te debilita.

Carlos Castaneda

Una gran filosofía no es la que instala la verdad definitiva, es la que produce una inquietud.

Charles Péguy

La nuestra es esencialmente una era trágica, así que nos rehusamos a considerarla trágicamente.

D. H. Lawrence

Un hombre siempre puede tener esperanzas, Anastasia, incluso sueña, y a veces los sueños se hacen realidad.

E. L. James

Es difícil narrar la felicidad. Pasa el tiempo y nos sentimos seguros demasiado pronto.

Gordon Tootoosis

La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.

Heinrich Heine

No hay mal en el mundo sin remedio.

Jacopo Sannazaro

El verdadero amor no es nunca río de apacible curso...

Jane Austen

Declaraciones oficiales en la Comisión de la Unión Africana de Addis Abeba, el 29 de agosto de 2011:

Jean Ping

La ley del talento, como la de la dicha verdadera, es el desinterés.

José Martí

Las cárceles, los hospitales y las escuelas presentan similitudes porque sirven para la intención primera de la civilización: la coacción.

Michel Foucault

¿Cómo vivir en un mundo en el que uno no está de acuerdo?. ¿Cómo vivir con la gente si uno no considera suyas ni sus penas ni sus alegrías?. Si sabe que no es parte de ellos.

Milan Kundera

Todos nosotros, hombres y animales, creamos una especie de espacio mágico a nuestro alrededor. Generalmente es un círculo de cinco metros de radio, y prestamos atención a todo lo que entra en él. No importa si son personas, mesas, teléfonos o escaparates: intentamos mantener el control de este pequeño mundo que nosotros mismos hemos creado.

Paulo Coelho