Frase de Juan Rulfo

← Anterior Siguiente →
Desgraciadamente yo no tuve quien me contara cuentos; en nuestro pueblo la gente es cerrada, sí, completamente, uno es un extranjero ahí.... - Juan Rulfo

Desgraciadamente yo no tuve quien me contara cuentos; en nuestro pueblo la gente es cerrada, sí, completamente, uno es un extranjero ahí.

Juan Rulfo

Todas las frases de Juan Rulfo →

Explorar Frases

Y apenas he encontrado el origen del abismo. No busco nada que tenga nombre.

Alejandro Lanús

Un libro cerrado es igual que tener los ojos cerrados toda la vida.

Alex Pimentel

El amor es una fuente inagotable de reflexiones: profundas como la eternidad, altas como el cielo y grandiosas como el universo.

Alfred de Vigny

Escribir un poema se parece a un orgasmo: mancha la tinta tanto como el semen, empreña también más en ocasiones.

Ángel González

Mi complejo de superioridad es mejor que el tuyo.

Anónimo

¿Eso que tenemos delante es el Cerrillo de los Lirios? ¿Pero dónde están esos lirios, hombre de Dios? Yo no veo más que piedras y yerba descolorida. Llamen a eso el Cerrillo de la Desolación y hablarán a derechas. Exceptuando Villahorrenda, que parece ha recibido al mismo tiempo el nombre y la hechura, todo aquí es ironía. Palabras hermosas realidad prosaica y miserable. Los ciegos serían felices en este país, que para la lengua es paraíso y para los ojos infierno.

Benito Pérez Galdós

Ladran Sancho, señal que cabalgamos.

Eva Perón

El periodismo mantiene a los ciudadanos avisados, a las putas advertidas y al Gobierno inquieto.

Francisco Umbral

El matrimonio es una gran institución para quien admira las instituciones.

Groucho Marx

La televisión promueve la comunicación no verbal.

Gustavo Bueno

Huyyyy SOPAS en el bloque norte no hay mafiosos, solo honestos expendedores.

Jaime Garzón

La materia regresa a su costumbre. Que del agua un relámpago deslumbre o un sólido de humo tenga en un cielo ilimitado y tenso un instante a los ojos en suspenso, no aplaza su consumo.

Jorge Cuesta

Para mí, es duro ser ciclista, entrenar y sufrir, correr y sufrir. Pero no tiene ni punto de comparación con estar tumbado en una cama con tubos saliendo de tu pecho, sintiendo náuseas fortísimas, vomitando durante las 24 horas del día cinco días seguidos y luego volver a hacerlo todo dos semanas después.

Lance Armstrong

Centrándose en sus gigantes, usted tropieza. Centrándose en Dios, sus gigantes caen.

Max Lucado

Algunos están destinados a razonar erróneamente; otros a no razonar en absoluto, y otros a perseguir a los que razonan.

Molière