Frase de Karel Capek

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Se puede hacer la revolución dondequiera, salvo en las administraciones, incluso para acabar con todo hará falta destruir el universo y... - Karel Capek

Se puede hacer la revolución dondequiera, salvo en las administraciones, incluso para acabar con todo hará falta destruir el universo y sólo acto seguido las administraciones.

Karel Capek

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Dios bendixo la casa do el buen orne cria.

Arcipreste de Hita

Hay que imponer nuestra voluntad a nuestras debilidades.

Carlos Slim

No me iría si hubiese algún beneficio por abandonar la ciudad, pero no puedo ir lejos... No los dejaré nunca. ¡He decidido morir con vosotros!

Constantino XI

Madrid es una excusa para contar historias.

Francisco Umbral

Se puede conocer la veteranía de un soldado por el contenido de la cartuchera. El bisoño lleva cartuchos. El veterano sólo lleva comida.

George Bernard Shaw

Sabes demasiado, viejo pirata. Un contrabandista tenía que conocer a los hombres tan bien como las mareas o no duraba mucho tiempo en el negocio.

George R. R. Martin

Verán que he amado siempre la verdad con tal pasión, que muchas veces he comenzado mintiendo con el fin de llegar a introducirla en cerebros que desconocían sus encantos.

Giacomo Casanova

Como dicen, ¡Al caído no se le pega!

Iósif Stalin

Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor.

Jacinto Benavente

De todos los animales de la creación el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir.

John Steinbeck

Un Ideal no es la suma de perfecciones que concebimos, sino la raíz metafísica que provocó en nosotros esa conciencia de perfección.

Jorge Ángel Livraga Rizzi

¡Desear! Es cosa del pequeño burgués idealista. ¡Hacer con orden y sin miedo! Eso es del hombre del partido.

José María Arguedas

No estás tan sola sin mí. Mi soledad te acompaña. Yo desterrado, tú ausente. ¿Quién de los dos tiene patria?

Manuel Altolaguirre

El patriotismo cegaba la lucidez.

Mario Vargas Llosa

En asuntos de mujeres tengo una ley muy bien aprendida.

Rafael Escalona