Frase de Karl Marx

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Igual que en la religión el hombre es dominado por el producto de su propia cabeza, en la producción capitalista lo es por el producto de... - Karl Marx

Igual que en la religión el hombre es dominado por el producto de su propia cabeza, en la producción capitalista lo es por el producto de su propia mano.

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Antes loco que recibir el Goya de manos de Garci.

¿Cómo pueden hacerle esto a una persona de mi edad?

Andréi Chikatilo

Pues cuantos son los modos en que se dice, tantos son los significados del ser.

Yo palpo el futuro, yo enseño.

Christa McAuliffe

La lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren.

Francis de Croisset

Entre la vida y la muerte, yo no conozco ningún compromiso.

El arte no es necesario en absoluto. Todo lo necesario para hacer de este mundo un mejor lugar para vivir es el amor.

Eramos una pareja de borrachos en un mar de embriaguez y el barco se hundió pero yo me agarré a una tabla de salvación que impidió que me hundiera definitivamente y no he de soltarme ni por ti ni por nadie. Si tu quieres tambien puedes agarrarte pero solo hay sitio para tí y para mí, nada de tríos. (él, ella y la botella).

Los libros son los compases y telescopios, los sextantes y mapas que otros hombres han construído para que nos ayuden a navegar por los mares peligrosos de esta vida humana.

Jesse Lee Bennett

De modo que por fin había sucedido: estaba a punto de convertirme en ladrón, en un afanador de leche de tres al cuarto. En esto se había transformado el genio de genio pasajero, el cuentista de un solo cuento: en ladrón.

Creo que la separación entre la vida y el Paraíso es un río -dijo Mirdin-. Si hay muchos puentes que lo cruzan, ¿puede importarle mucho a Dios qué puente elige el viajero?

Nada es más divertido que la infelicidad, te lo aseguro. Sí, sí, es la cosa más cómica del mundo.

Basta el instante de un cerrar de ojos para hacer de un hombre pacífico un guerrero.

Tome control de sus emociones de manera consistente y concientemente y deliberadamente transforme las experiencias de su vida diaria.

¡Oh destino implacable de las sociedades humanas, que perdéis los hombres y las almas en vuestro camino! ¡Océano en que cae todo lo que deja caer la ley! ¡Siniestra desaparición de todo auxilio! ¡Muertemoral!

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