Frase de Lord Byron

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Luchar contra nuestro destino sería un combate como el del manojo de espigas que quisiera resistirse a la hoz.... - Lord Byron

Luchar contra nuestro destino sería un combate como el del manojo de espigas que quisiera resistirse a la hoz.

Lord Byron

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Explorar Frases

En los circuitos de ajedrez, donde se oye hablar a muchos fuertes jugadores, existe la común creencia graciosa de que ningún tipo de ejercicio puede cambiar la fuerza de un jugador. Sin embargo, la experiencia de muchos jugadores de muy diferente fuerza de juego demuestra que lo contrario también es verdad.

Aleksandr Kótov

Un imposible me mata, por un imposible me muero un imposible es querer al imposible que quiero.

Anónimo

Cambiaría mis 600 programas en laSexta por un solo programa en Telecinco.

El Gran Wyoming

No voy a decir sólo cosas buenas de todo el mundo a menos que lo diga en serio.

F. Murray Abraham

Que el hombre tema a la mujer cuando ésta odia; porque en el fondo el hombre no es más que malo, pero la mujer es perversa.

Friedrich Nietzsche

El gobierno de Irán es un gobierno aliado, un gobierno amigo, y nosotros lo que queremos es que el gobierno de Estados Unidos y sus aliados europeos se olviden de las presiones contra Irán, que abran el diálogo.

Hugo Chávez

No me puse a convertir a nadie al cristianismo.

J. K. Rowling

Los recuerdos se guardan en la cabeza. Lo demás no son más que trastos.

Joël Dicker

El hombre busca constantemente la alegría en la trascendencia, es decir, en el recuerdo.

Leopoldo Panero

Las cadenas y los muros del hogar no se ven con claridad, son casi siempre invisibles, aunque no menos reales o insuperables.

Luis Rojas Marcos

¿Vas a ser la persona que tú decidas ser o vas a ser la persona que los demás te dicen que eres? Es tu decisión, solo tuya.

Paul Bettany

Cuando sales, te evoco, cada hora del día, cada minuto de la hora, cada segundo del minuto.

Robert Lowell

El amor es como la fiebre: nace y se extingue sin que la voluntad tome en ello la menor parte.

Stendhal

El ordenador e Internet han restablecido la primacía de lo escrito: el hombre-Internet es un hombre gutenbergiano.

Umberto Eco

Nadie se da la muerte en un exceso de razón.

Voltaire