Frase de Manuel Altolaguirre

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En mis labios los recuerdos. En tus ojos la esperanza. No estoy tan solo sin ti. Tu soledad me acompaña.... - Manuel Altolaguirre

En mis labios los recuerdos. En tus ojos la esperanza. No estoy tan solo sin ti. Tu soledad me acompaña.

Manuel Altolaguirre

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Únicamente en la soledad encuéntrase el goce pleno de la vida. Porque, ¿dónde hay dos corazones totalmente compenetrados?

August Graf von Platen

Cante mejor, dichoso, nocturno ruiseñor, yo, grillo humilde, digo: esta es mi voz.

César Brañas

Siempre me ha parecido gracioso que se venere a las diosas mientras que, en la vida cotidiana, a las mujeres se las relega a una posición secundaria y se las considera inferiores.

Doris Lessing

La vida nos pone en el camino las experiencias que más necesitamos para la evolución de nuestra conciencia. ¿Cómo saber si ésta es la experiencia que usted necesita? Porque es la experiencia que está viviendo en este momento.

Eckhart Tolle

El que busca fácilmente se pierde. Todo aislamiento es culpa.

Friedrich Nietzsche

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Jesús de Nazaret

No importa; alguna vez.

Juan José Cuadros Pérez

Diversos mánagers y agentes me recomendaron encarecidamente cambiarme el nombre y adoptar otro americanizado, Lenny Williams, insultando a la vez mi herencia italiana y alemana.

Leonardo DiCaprio

Este país, que al parecer no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será sin comercio un país desgraciado, esterilizando su felicidad y holgando su industria.

Manuel Belgrano

Cuando la gente reflexiona sobre las decisiones que tiene que tomar, normalmente acaba desistiendo; hay que tener mucho valor para dar determinados pasos.

Paulo Coelho

La arquitectura es una mezcla paradójica de poder e impotencia.

Rem Koolhaas

La parte de vuestro cuerpo más sana es la que más se ejercita.

Séneca

Aprenderas a gobernar, después de aprender a ser gobernado.

Solón

La teoría no es un simple vehículo que resulta superfluo tan pronto como se poseen los datos.

Theodor Adorno

Cualquier hombre, por fascinante que pueda ser, acaba por convertirse en ridículo a causa de su deseo sexual.

Yukio Mishima