Frase de Mario Vargas Llosa

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Los hombres se empeñan en creer en Dios porque no confían en sí mismos. Y la historia nos demuestra que no les faltarazón pues ha... - Mario Vargas Llosa

Los hombres se empeñan en creer en Dios porque no confían en sí mismos. Y la historia nos demuestra que no les faltarazón pues hasta ahora no hemos demostrado ser confiables.

Mario Vargas Llosa

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Pero le hemos hecho creer que la democracia iba a resolver todos los grandes males que pueden existir en España... Y no era cierto. La democracia es sólo un sistema de convivencia. El menos malo de los que existen.

Adolfo Suárez

Te escribo desde los centros de mi propia existencia, donde nacen las ansias, la infinita esencia, hay cosas muy tuyas que yo no comprendo, y hay cosas tan mías, pero es que yo no las veo.

Alejandro Sanz

La miseria no viene del corazón ni de la mente, viene del alma.

Alejandro Sanz

El mismo Salomón, en cuya época los asuntos judíos estaban en su máximo esplendor, alberga la sospecha de que todo sucede por casualidad...

Baruch Spinoza

¿Sabía que el ojo humano puede ver más tonalidades de verde que de cualquier otro color?

Billy Bob Thornton

Cuídate de que nadie te odie con razón.

Catón

Lógica no es nada más que un conocimiento de las palabras.

Charles Lamb

Luz y sombra, dos ciervas velocísimas, huyen hacia la fuente de aguas frescas, centro de todo. ¿Vivir no es más que el roce de su viento? Fuga del viento, angustia, luz y sombra: forma de todo.

Dámaso Alonso

Sepa siempre qué es lo que está haciendo en todo momento, ahí se encuentra el verdadero poder.

Donald Trump

El artista es mediocre cuando razona en vez de sentir.

Gustave Le Bon

Fue mi ciencia la que me llevó a la conclusión de que el mundo es mucho más complicado de lo que puede ser explicado por la ciencia.

Lee Strobel

La vida humana es una secuencia incesante de acciones.

Ludwig von Mises

Como de ti me habla todo.

Manuel Acuña

Un hombre no es mayor que otro hasta que no hace cosas mayores.

Miguel de Cervantes

Habla él con tan gentiles palabras, y tiene tal aire, promete con tanta pasión y jura con tanta gracia, que el ser engañado por él sabe a gloria.

Nathaniel Lee