Frase de Miguel Hernández

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Desperté de ser niño. Nunca despiertes. Triste llevo la boca. Ríete siempre. Siempre en la cuna, defendiendo la risa pluma por plum... - Miguel Hernández

Desperté de ser niño. Nunca despiertes. Triste llevo la boca. Ríete siempre. Siempre en la cuna, defendiendo la risa pluma por pluma.

Miguel Hernández

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Explorar Frases

Pintura: El arte de proteger la superficie plana de los daños del clima para exponerla a los daños de la crítica.

Ambrose Bierce

Con la Patria se está, con razón y sin ella...

Antonio Cánovas del Castillo

A nadie engañamos o halagamos con tan sutiles artificios como a nosotros mismos.

Arthur Schopenhauer

Voló tan alto su pensamiento que tuvo que darlo por perdido.

Carlos Rivera Ortiz

Quiero ser las manos de la compañía.

Dakota Johnson

Aunque las amenazas procedan de individuos, o incluso de grupos, el mayor problema será las actividades de las naciones que buscan hacer daño. Es muy difícil identificar la fuente del cibercrimen y detenerla.

Eric Schmidt

Cuando todo va mal, no debe de ser tan malo probar lo peor.

Francis Herbert Bradley

Si tienes una vida aburrida y mediocre es por haber escuchado a tu mami, a tu papi, a tus profesores, a los curas o a algún tipo en la televisión diciéndote cómo hacer las cosas ¡Así que te lo mereces!

Frank Zappa

Se tarda menos en hacer una cosa bien que en explicar por qué se hizo mal.

Henry Wadsworth Longfellow

Si no quieres que el mal exista, no obres mal.

León Tolstói

Las miradas dicen lo que los labios callan, y que el amor es amor cuando se siente de corazón.

Megan Maxwell

Desembocar en tu pensar es ver que más allá de lo que da placer va tu razón como un atardecer de arrebol incendiando con su sol.

Miguel Cantilo

Haz siempre lo posible para mantener entre subordinados o compañeros el espíritu de equipo. La colaboración es necesaria y es bueno conseguir que todos los que participan en ella se den cuenta de que colaboran.

Noel Clarasó

La nota musical del compromiso es el sí sostenido.

Ricardo Guadalupe

Son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente, pero sólo quince para sonreír.

Swami Sivananda