Frase de Nacho Vegas

← Anterior Siguiente →
O puede que sea hora de entrar ya en razón y llegar a comprender que dentro de este horror no hay literatura. no. de Ocho y medio., Desp... - Nacho Vegas

O puede que sea hora de entrar ya en razón y llegar a comprender que dentro de este horror no hay literatura. no. de Ocho y medio., Desparezca aquí.

Nacho Vegas

Todas las frases de Nacho Vegas →

Explorar Frases

El reino que defiendo a ultranza es el Reino de Navarra. Soy navarro de pura cepa, como mi madre. El navarro es noble, leal, va de frente y es amigo de sus amigos.

Alfredo Landa

El poder económico se ejerce a través de lo positivo, ofreciendo a los hombres una recompensa, un incentivo, un pago, un valor. El poder político se ejerce a través de lo negativo, por la amenaza de castigo, daño, encarcelamiento y destrucción. Las herramientas del hombre de negocios son los valores, la herramienta del burócrata es el miedo.

Ayn Rand

Alguien dijo una vez que en el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre.

Carlos Ruiz Zafón

Los mentirosos pagan el castigo de sus propias fechorías.

Fedro

Una mujer sin toilette es como un soldado sin uniforme.

George Bryan Brummel Beau

Si no muriéramos no apreciaríamos la vida como lo hacemos.

Jacques-Yves Cousteau

Sólo se aprende de los errores.

Jorge Bucay

Dichosos aquellos que llegan a estar persuadidos de la opinión general.

Lord Halifax

A Irvine no le temo, él no es Schumacher.

Mika Häkkinen

Las leyes de la conducta ceden ante la energía individual.

Ralph Waldo Emerson

No es falso todo lo que al principio semeja una mentira.

Robert Southey

Corresponde al general ser tranquilo, reservado, justo y metódico.

Sun Tzu

Lo cojo de la mano con fuerza, preparándome para las cámaras y temiendo el momento en que no me quede más remedio que dejarlo marchar.

Suzanne Collins

Eres más valiente cuando actúas de manera desinteresada.

Veronica Roth

Nos produce náusea la vista de personalidades triviales que se descomponen en la eternidad de lo impreso.

Virginia Woolf