Frase de Pascal Quignard

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Oír es ser tocado a distancia. El ritmo está ligado a la vibración. Por eso la música vuelve involuntariamente íntimos unos cuerpos... - Pascal Quignard

Oír es ser tocado a distancia. El ritmo está ligado a la vibración. Por eso la música vuelve involuntariamente íntimos unos cuerpos yuxtapuestos.

Pascal Quignard

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Explorar Frases

No hay felicidad, solo hay concentración.

Al Pacino

El mal como tal no existe, sino lo que existe es una ausencia del bien.

Albert Einstein

Hay que ser absolutamente moderno.

Arthur Rimbaud

Mejor estar sola que sentirse fea frente al hombre para el que se desearía ser bella.

Ella Fitzgerald

La mediocridad es la más feliz de las máscaras que puede usar un espíritu superior, porque el gran número, es decir, los mediocres, no sospechan que en ello haya engaño; y, sin embargo, por esto es por lo que se sirve de esta arma el espíritu superior: para no irritar, y, en casos no raros, por compasión y bondad.

Friedrich Nietzsche

Los cementerios siempre han tenido un atractivo para mí. Ellos están bien mantenidos, libres de ambigüedad, lógicos, viriles, y vivos.

Günter Grass

Las ideas envejecen más pronto que las palabras.

Gustave Le Bon

Los tontos están en este mundo para procurarnos algún entretenimiento.

Jean Baptiste Louis Gresset

Vivimos en una isla rodeada por un mar de ignorancia. Según nuestra isla de conocimiento crece, también lo hace la orilla de nuestra ignorancia.

John Archibald Wheeler

No basta el gusto para apreciar bien las obras de arte; es necesario el juicio, y un juicio ejercitado.

Joseph Joubert

Recordad que la educación depende de la formación del corazón.

Juan Bosco

Somos un pueblo que no quiere conservar mucho del pasado en la cabeza. Se considera malsano en Norteamérica recordar errores, neurótico pensar en ellos, psicótico analizarlos seriamente.

Lillian Hellman

Por el vicio ajeno enmienda el sabio el suyo.

Séneca

Quien diga que es totalmente feliz es un cretino.

Umberto Eco

No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.

Walt Whitman