Frase de Rafael Barrett

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El débil no concibe bien sino la fuerza. Es preciso ser fuerte para comprender que más allá de la fuerza hay algo.... - Rafael Barrett

El débil no concibe bien sino la fuerza. Es preciso ser fuerte para comprender que más allá de la fuerza hay algo.

Rafael Barrett

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Explorar Frases

El asesinato sólo mata a un individuo; la falta de ortodoxia amenaza algo muy distinto de la vida; la propia sociedad.

Aldous Huxley

El buen juez no ha de torcer las leyes a su condición, sino torcer su condición conforme a las leyes.

Antonio de Guevara

Los ponemos en un avión y en el camino los van tirando para abajo.

Augusto Pinochet

La Fe dice lo que no dicen los sentidos, pero no lo contrario de lo que ven. Está por encima de ellos pero no contra ellos.

Blaise Pascal

Tenemos unos resortes secretos en el corazón que, mo­vidos por algún objeto, presente o ausente, que se muestra ante nuestra imaginación, impulsan nuestra alma con tan ta fuerza hacia ese objeto que su ausencia se vuelve inso­portable.

Daniel Defoe

¡No quiero pasar nuestros últimos momentos huyendo!

Emily Browning

Muchas veces se ha dicho que la vida es un sueño, y no puedo desechar de mí esta idea.

Goethe

Un hombre es tanto menos libre e independiente, cuantos más hábitos tiene.

Immanuel Kant

Largamente, sin apuro, en la paz de la noche habitó en ella deteniéndose en el umbral de cada sensación, saludando al placer, tomando posesión al tiempo que se entregaba.

Isabel Allende

... quien no conoce la risa es susceptible de conocer la pena, y ésta es aún más compleja.

Javier Marías

No vayas por caminos desusados; sigue las huellas de los que acertaren.

Joaquín Setantí

Algo habrá de malo en la riqueza cuando a todo el mundo le da vergüenza confesar que la tiene.

Noel Clarasó

El diseño, que es una estafa comercial destinada a producir obsolescencia artificial.

Raymond Chandler

Si le quieres enseñar algo a un perro, lo primero que tienes que hacer es saber más que el perro.

Roberto Gómez Bolaños

Hay besos estridentes, vibrantes, sonoros, crepitantes, chirriantes, sordos, ahogados, que crujen como seda, etcétera, etc.

Søren Kierkegaard