Frase de Ramón de Garciasol

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Polvo de humano polvo son sus huesos, mas aunque sean polvo en los caminos, polvo serán de España enamorado.... - Ramón de Garciasol

Polvo de humano polvo son sus huesos, mas aunque sean polvo en los caminos, polvo serán de España enamorado.

Ramón de Garciasol

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Hubo un momento en que a mi sueño navegante la imagen pareciste de su sueño.

César Brañas

He oído el contar de muchos años y muchos años tendrían que atestiguar un cambio. La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque aún no ha tocado el suelo.

Dylan Thomas

Y solamente en la competición, yo veo la vida.

Enzo Ferrari

Lo malo de que los hombres hayan dejado de creer en Dios no es que ya no crean en nada, sino que están dispuestos a creer en todo.

Gilbert Keith Chesterton

De madrugada mis pensamientos puros volaban como telegramas; y en las ventanas encendidas toda la noche el retrato de la muerte hizo esfuerzos desesperados para huir.

Joao Cabral de Melo

Cuando estoy drogada, no tengo a donde ir. Así que, me protegen de mí misma.

Jodie Foster

- Solo intento ser yo mismo. - Si intento ser yo mismo, no caigo muy bien a la gente.

Jonathan Pryce

El tiempo sólo asoma en la desdicha y así la memoria sólo es el registro del dolor.

Juan Benet

El débil no puede perdonar. El perdón es un atributo de los fuertes.

Mahatma Gandhi

No sé por qué le quería hasta el extremo de querer morir de su muerte. Nada nuevo podía alcanzar ese amor. Yo había olvidado la Muerte.

Marguerite Duras

Tienes una boquita tan embustera, que a batalla de besos me la comiera.

Melchor de Palau

Eres de alguna forma como un consolador, me explico: eres perfecta en la ejecución, pero tremendamente fría en el sentimiento.

Risto Mejide

El poder humano siempre conlleva un ligero desprecio, apenas perceptible, hacia aquellos a quienes dominamos.

Sándor Márai

Donde el corazón te lleve es la historia de la búsqueda del propio ser más profundo.

Susanna Tamaro

A la rapiña, el asesinato y el robo los llaman por mal nombre gobernar y dónde crean un desierto, lo llaman paz.

Tácito