Frase de Roberto Jorge Santoro

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Un día, aunque el amor sea el hermano implacable de la lluvia, de mi casa a tus ojos no habrá naufragios.... - Roberto Jorge Santoro

Un día, aunque el amor sea el hermano implacable de la lluvia, de mi casa a tus ojos no habrá naufragios.

Roberto Jorge Santoro

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Explorar Frases

El ignorante tiene valor; el sabio miedo.

Alberto Moravia

Emaús, ciegos, al lado de amigos y amores que no reconocemos - fiándonos de un Dios que ya no sabe nada sobre sí mismo.

Alessandro Baricco

La ironía es el júbilo y la alegría de la sabiduría.

Anatole France

No es que crean en ti, es reflejarles que crees en ti mismo.

Anónimo

Si tienes palabras más fuertes que el silencio, habla. Si no las tienes, entonces guarda silencio.

Eurípides

El diablo es un egoísta, y no hace fácilmente por amor de Dios lo que resulta en beneficio de otro.

Goethe

Lo importante históricamente es que España no pudo seguir la ruta del capitalismo industrial porque estaba ocupada en organizar toda América, todo el mundo casi.

Gustavo Bueno

La mejor venganza es el desdén.

Henrik Ibsen

Porque tus ojos son bellos, porque la luz de la aurora sube al Oriente desde ellos, y el mundo su lumbre dora.

José Zorrilla

En la vida, como en ajedrez, las piezas mayores pueden volverse sobre sus pasos, pero los peones sólo tienen un sentido de avance.

Juan Benet

Decidir una vez cada cierto número de años qué miembros de la clase dominante han de oprimir y aplastar al pueblo en el parlamento: he aquí la verdadera esencia del parlamentarismo burgués, no sólo en las monarquías constitucionales parlamentarias sino en las repúblicas más democráticas.

Lenin

Heminway escribió una vez: el mundo es un buen lugar por el que merece la pena luchar... sólo estoy de acuerdo con la segunda parte.

Morgan Freeman

Con Archiduques llegó un momento en que todo se reducía a ir a un sitio, tocar y cobrar.

Tino Casal

La música es para mí la más grata de las artes. Entiendo poco de ella, pero la siento.

Vicente Blasco Ibáñez

Ahora es el momento de la noche en que los sepulcros, abiertas sus losas, dejan escapar sus espíritus, que se deslizan por las sendas del cementerio.

William Shakespeare