Frase de Sally Field

Por supuesto que todos somos diferentes Forrest, si Dios hubiese querido que fuéramos iguales, nos habría puesto a todos aparatos en las... - Sally Field

Por supuesto que todos somos diferentes Forrest, si Dios hubiese querido que fuéramos iguales, nos habría puesto a todos aparatos en las piernas.

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Quizás no estaba seguro de lo que me interesaba realmente, pero, en todo caso, estaba completamente seguro de lo que no me interesaba.

Hemos superado a una velocidad que pocos de nuestros socios regionales esa crisis violenta que se manifestó en 2009. Y ahora, en 2011, un año que fue complicado para los países débiles de la Unión Europea y también para Estados Unidos, tenemos un año en el que no sólo nos recuperamos sino que hemos crecido al 9,7 por ciento, algo que ha sido insólito.

Si puedo amar así, mi eternidad sería segura. ¿Tal eternidad dura sólo una vida?

Cuando los soldados desobedecen la cadena de mando, la gente se muere.

Mujer porqué no ocupas tu voz de otra forma utilizando algo más que las piernas, yo se que hay algo en ti.

Francisca Valenzuela

Los más aventurados mantienen aquí (en América) siempre la esperanza.

Francisco Grandmontagne

Lo que siempre pasa es aquello en lo que uno cree realmente; y creer en algo hace que pase.

Frank Lloyd Wright

Que mueran unos y nazcan otros, y que sean buenos o perversos, nada te importe; puesto que acá abajo todo lo que acontece no es más que un pretexto para tus canciones.

Nuestra disposición a ser incomprendidos, nuestra orientación al largo plazo y nuestra tolerancia a fallar de manera reiterada son las tres partes de nuestra cultura que hacen posible que hagamos las cosas que hacemos.

Porque no somos quienes dicen que somos si no nos lo dicen, ¿verdad?

Joyce Carol Oates

A nuestros enemigos, porque ellos nos dan la fuerza para seguir adelante.

Si la música está muriendo, son los músicos quienes la están matando.

Cuando una amiga se vuelve demasiado cara no queda otra que casarse con ella.

Esta facultad de elegir significa que no somos sólo el producto de nuestro pasado o de nuestros genes; no somos el producto del trato que nos dispensan los demás. Es indudable que influyen en nosotros, pero no nos determinan. Nos determinamos a nosotros mismos por medio de nuestras elecciones.

La apertura de los mares es un fenómeno natural que obedece al choque de mareas.

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